El fascismo no ha sabido definirse durante el Congreso de Roma y nunca podrá hacerlo (aunque no por ello renuncia a su existencia y a desempeñar su función), porque el secreto de su naturaleza reside en la fórmula: la organización lo es todo, la ideología no es nada, que es la réplica dialéctica a la fórmula liberal: la ideología lo es todo, la organización no es nada.
Amadeo Bordiga