EE.UU.¿Un secreto a voces?

Directa y explícitamente, hoy en día, tanto como durante la Guerra Fría, la estrategia militar de EE.UU. ha servido al sostenimiento de una política monetaria parasitaria, que ha atenazado a buena parte del mundo, empezando por sus aliados. Con la caída del bloque socialista, la dolarización, el endeudamiento y la presión de organismos como el Banco Mundial o el Fondo Monetario Internacional se extendieron con la misma facilidad con que la US NAVY y los Marines se desplegaban en Iraq, Yugoslavia, Lituania, Libia y Afganistán. En ese sentido, la OTAN no ha sido sino la expresión más acabada de esa política de chantaje aplicada a Europa. Hoy, el mismo New York Times lo rotula abiertamente:

“La OTAN, desde sus orígenes no fue concebida simplemente como un entramado militar, este nunca fue su principal cometido. Con tan apenas 100 divisiones desplegadas en Europa – apenas una fracción del poderío del Pacto de Varsovia – no podía repeler una invasión soviética. El establecimiento de la OTAN se propuso para vincular a Europa Occidental con un proyecto mucho más amplio de consolidación de un orden mundial liderado por Estados Unidos, en el que la protección estadounidense sirvió como palanca para obtener concesiones en otros temas, como el comercio y la política monetaria. En esa misión, ha demostrado haber tenido un éxito notable. La OTAN está funcionando exactamente como fue diseñada, lo que lleva a Europa a una dependencia del poder estadounidense que reduce su margen de maniobra. Lejos de ser un costoso programa de caridad, la OTAN sirve para asegurar la influencia estadounidense en Europa a bajo precio».

El medio estadounidense resume a la perfección la línea maestra del plan general de los Estados Unidos en Ucrania, y la relación de este conflicto, instrumentalizado por la Alianza, con el propósito de seguir produciendo “incendios” incontrolables cerca del “jardín europeo” que justifiquen su – más que contestada – posición como primera potencia:

“En Ucrania, el patrón es claro. Washington proporcionará la seguridad militar y sus corporaciones se beneficiarán de una bonanza de pedidos de armamento europeos, mientras que los europeos asumirán el costo de la reconstrucción de la posguerra, algo que Alemania está mejor preparada para lograr que la acumulación de su ejército. La guerra también sirve como ensayo general para la confrontación de Estados Unidos con China, en la que no se puede contar tan fácilmente con el apoyo europeo.”

El artículo completo en inglés en: https://www.nytimes.com/2023/07/11/opinion/nato-summit-vilnius-europe.html

Fuentes:

EE.UU.¿Un secreto a voces?

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