No hay mayor error que confundir universalidad con publicidad/propiedad estatal burguesa

KOLITZA

I

La »segregación» necesita también a la escuela pública burguesa; de hecho se basa en la existencia de dos aparatos educativos: uno para el proletariado (público-estatal), y otro para las clases propietarias (concertado-privado). Apoyar la educación estatal burguesa, ese poderoso aparato ideológico de intervención en comunidades proletarias, sólo puede hacerse desde una perspectiva contrarrevolucionaria. La educación pública, con su ideología de la promoción social, con su disciplinamiento autoritario, con sus contenidos individualistas, es un arma del enemigo de clase y un elemento fundamental del último siglo en el desarme ideológico del proletariado y el alineamiento mercenario en la producción burguesa de las mejores capacidades que surgen de los barrios pobres de todo el planeta.

La escuela pública ha convertido en hegemónico un modelo individualista de promoción social de capacidades de las nuevas generaciones proletarias puramente económico, frente al modelo de promoción social político de la perspectiva revolucionaria, donde las mejores capacidades se promocionaban en la pureza ética militante, el compromiso, el honor de la lucha y el ejercicio de la solidaridad permanente. La educación estatal es el arma de asalto de clase en las mentes influenciables de niñas y jóvenes proletarios para destruir potenciales militantes y construir trabajadores asalariados dóciles, idiotizados, acostumbrados a la humillación y la falta de contenido existencial. La escuela pública obligatoria bajo control del aparato político de los explotadores, esa aberración contra la humanidad, se disfraza de universalidad, cuando no supone sino las migajas conceptuales (y presupuestarias) con las que la burguesía rocía su ideología bestial en nuestro barrios. El problema no es una de las partes del sistema de reproducción ideológico y económico que constituye al modelo educativo capitalista: El problema no es elegir entre público o concertado, Sin duda la educación debe ser de acceso gratuito y universal, sin duda, ¿Pero es que en la escuela pública existe objetivo alguno de educación, o más bien está para lo contrario?

Sin partido revolucionario, sin ética revolucionaria que empape todas las esferas sociales, ¿Acaso nuestras jóvenes generaciones tienen algún parapeto en el que encontrar un mínimo de educación humana mediante el que defenderse de semejante leviatán de aniquilación moral?

Nuestra lucha en el ámbito educativo es por aniquilar la doble matriz educativa burguesa, por la constitución de un nuevo Sistema Educativo Socialista, universal y cuya esencia sea constituir una humanidad poderosa y libre; no esclavos humillados, aburridos y atomizados.

II

Profundizando un poco en lo de antes: No hay ninguna ‘publicidad’ fuera del capitalismo. Lo público es un tipo de propiedad burguesa, en concreto la que representa el control estatal, del burgués colectivo que es el estado, frente al control particular, del propietario concreto.

El proletariado no puede identificarse con ninguna de esas dos formas concretas de propiedad burguesa: »pública» (del agente colectivo de la burguesía) o »privada» (del agente particular burgués). El socialismo defiende la universalidad real de las condiciones de existencia, junto con un control democrático de los procesos, también universal. ¿Alguien me puede explicar dónde ve universalidad real en la educación o la sanidad públicas? ¿Acaso no es ya suficientemente evidente que tienen ambas el trasfondo siempre presente de una sanidad y educación privadas para propietarios, mientras que sanidad y educación estatales por muy formalmente universales que parezcan no son sino diseñadas para pobres? Con el añadido de que están IGUALMENTE bajo control de los ricos.

Pues bien, por supuesto que hay que atacar la existencia de una esfera privada de servicios de pago, pero igualmente hay que atacar la existencia de una esfera pública de mala calidad, controlada por los mismos ricos y contra los pobres, y eso es lo público, eso son las colas de espera para ser atendida en el médico, eso es la medicina farmacológica, eso es la distribución actual de asignaturas absurdas en los centros de enseñanza, eso es la incomunicación de niños y adolescentes en pupitres separados, los contenidos educativos violentos, o la justicia donde un juez deshumanizado distribuye castigos a los pobres, eso es lo público, ¿Y acaso eso hemos de defender? ¿Las instituciones que nuestro enemigo ha diseñado para aplastarnos?

Precisamente poner el foco en la realidad burguesa de lo público permite hacer una crítica radical de contenido, que es lo que hace falta. Hacen falta instituciones proletarias y un modelo de propiedad socializada, no estatalizada.

No hay mayor error que confundir universalidad con publicidad/propiedad estatal burguesa. Que se lo digan a Bismarck, quien instituyó estratégicamente bajo el rótulo de ‘servicios’ estatales públicos, lo que no son sino instituciones disciplinarias antiproletarias, para pobres.

Fuentes:

KOLITZA. No hay mayor error que confundir universalidad con publicidad/propiedad estatal burguesa

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