En Alemania, los ataques contra el Partido Comunista allanaron a Hitler el camino para subir al poder. En España, la mano de la contrarrevolución, encarnada en los trotskistas y demás provocadores agentes del fascismo, disfrazados de revolucionarios dentro de nuestro campo acecha también detrás de estos ataques sistemáticos contra el Frente Popular, pero sus negros designios no se lograrán, pues el pueblo español, los trabajadores que han descubierto ya la verdadera faz de estos sicarios del fascismo, sabrán barrerlos a tiempo e implacablemente.
José Díaz Ramos