Las multinacionales y sus aliados directos, los patronos medianos y pequeños poseen todos los medios de producción que constituyen las palancas más importantes del orden social. Ellas controlan todos los ejes vitales de la maquinaria del Estado, Estado que es el instrumento concebido para proteger el orden económico existente. Dominan, igualmente, los aparatos ideológicos (redes de espionaje, medios informativos, iglesias) que justifican el orden capitalista y que imponen un orden natural. Esta "democracia", enraizada tan profundamente en la capa espesa de las empresas capitalistas que cubren nuestro país, es inseparable de la historia y de la realidad actual del imperialismo.
Ludo Martens