Hablar de elecciones "libres" en nuestros regímenes capitalistas es desplegar una cortina de humo delante de los verdaderos centros de poder: Consejos de Administración de las multinacionales, altos cenáculos de las instituciones del Estado. El Parlamento no es más que un escenario (casi siempre vacío) en donde se presentan obras tragicómicas; este no representa de ninguna manera el lugar donde se desarrollan las batallas reales entre los intereses socioeconómicos antagónicos.
Ludo Martens