No sólo la vida política en tiempo de paz, sino hasta las revoluciones ofrecen un carácter de clase. Sea cual fuere el simbolismo del cual se revistan o el emblema ideológico a que se adhieran, son siempre las clases oprimidas y encadenadas en sus actividades históricas las que se rebelan contra las clases privilegiadas y dirigentes; siempre es el resultado de un deseo de compensación, por los resentimientos acumulados, las humillaciones soportadas, y todo esto sale de lo subconsciente colectivo del pueblo.
Nicolás Berdiaeff