Hoy les traigo una curistoria que tiene una moraleja tan interesante y es aplicable a tantas situaciones, contemporáneas y de la historia, que bien merece ser recordada para usarla como lección de aquí en adelante. Es más, podría dar lugar a una interesante novela o relato en el que el punto de partida fuera este hecho.
Sobre la Clemencia, o De Clementia, es uno de los diálogos escritos por Séneca con el fin de transmitir ciertos conocimientos y reflexiones. Data del año 55 d.C., aproximadamente, y contiene la siguiente reflexión sobre los esclavos. Lo que dice exactamente es lo siguiente:
Se propuso una vez en el Senado que los esclavos se distinguieran de los libres por el vestido. Inmediatamente se vio el peligro que amenazaba si nuestros esclavos empezaban a contarnos.
Es decir, si a simple vista se distinguían claramente unos de otros, los esclavos podrían darse cuenta inmediatamente de que eran muchos más que los libres, y por lo tanto rebelarse. Como decía, muchas otras situaciones en la historia reflejan esta paradoja. Es más, creo que muchos regímenes totalitarios actuales se sustentan sobre ese mismo engaño, sobre la capacidad para ocultar a sus contrarios lo fuertes que podrían ser si se unieran.
Por cierto, esto me recuerda a una frase de una canción de Los Planetas que decía «seremos cientos por cada uno de los vuestros«.
Fuentes:
http://www.curistoria.com/2013/07/por-que-no-deben-vestir-diferente-los.html