“Este artículo destaca los intentos de José Stalin y la dirección bolchevique, desde los años 30 hasta la muerte del primero, para democratizar el gobierno de la Unión Soviética. Esta afirmación, y el artículo entero, sorprenderán a muchos, y escandalizará a algunos. De hecho, mi sorpresa ante los resultados de esta investigación me llevó a escribir este artículo. He sospechado durante mucho tiempo que la versión tipo “guerra fría” de la historia soviética tenía serios agujeros. Pero así todo, no estaba preparado para la magnitud de las falsedades de las que he tenido conocimiento.
Esta historia es bien conocida en Rusia, en donde el respeto e incluso la admiración de Stalin es común. Yuri Zhukov, el principal historiador ruso que avanzó el paradigma de “Stalin, demócrata”,y cuyos trabajos son la mas importante fuente individual aun cuando no la única para este artículo, es una figura principal, relacionada con la Academia de Ciencias. Sus trabajos son ampliamente conocidos.
Sin embargo, esta historia, y los hechos que la apoyan, son virtualmente desconocidos fuera de Rusia, en donde el paradigma de la Guerra Fría “Stalin, malvado” domina tanto lo publicado que los trabajos aquí citados aún están escasamente nombrados“.
En esto está la clave de por qué la dirección bolchevique es invencible”
Desafortunadamente, la propaganda y la mentira han extendido una imagen de un Stalin muy beneficiosa para la clase capitalista en todo el mundo: en primer lugar, con el fin de acabar con el peligro de que los trabajadores sometidos a las dictaduras capitalistas quisieran alcanzar los logros de sus camaradas soviéticos; en segundo lugar, logrando que el Partido Comunista de la Union Sovietica abandonara los principios defendidos por Stalin, Kalinin, Molotov, Vorosilov, y tantos otros, el marxismo-leninismo, iniciando la pendiente que, como sucedio, tal como describiera el lider sovietico con el ejemplo de Anteo, terminará provocando la reinstauración del capitalismo en el pais de los trabajadores (y de rebote también los recortes y las agresiones a la clase obrera en los paises en los que hasta entonces se habian cuidado mucho de mantenerla suficientemente contenta para evitar que volvieran a mirar hacia el modelo de las repúblicas soviéticas).En realidad, los principales obstaculos para lograr esa “democratización” soviética por la que tanto lucharon los verdaderos bolcheviques en la época en la que Stalin era la figura más visible del colectivo que gobernaba la URSS, fueron aquellos que acabarían, tras la muerte de este, criminalizando su biografía y su obra, y destruyendo todo aquello por lo que lucharon tanto Lenin, como él, o como el resto de comunistas que seguían creyendo en la construcción del comunismo en la URSS y, en el futuro, inevitablemente, en todo el mundo.Por supuesto, cuando Furr se refiere a un “Stalin democrata” no tiene nada que ver con esta falsa democracia que se impone en las dictaduras capitalistas y en las que los trabajadores no deciden nada en realidad: la estafa que se suele llamar “democracia burguesa” y que solo es una tapadera para crear una falsa apariencia de elección entre los que producen la riqueza, mientras los que siguen controlándola, se vote a quien se vote, son los mismos de siempre.Se trata, ni más ni menos, de que los que controlen el partido comunista y, en realidad, todo el poder, sean los propios trabajadores, incluyendo los no afiliados, y de que Anteo no se olvide de seguir manteniendo siempre los pies en la tierra y el apoyo de las masas.Stalin y la lucha por la reforma democrática, del profesor Grover Furr, se puede leer completo en los siguientes links:
Fuentes: