Desde siempre, y sobre todo estos días, políticos, empresarios y pensadores se llenan la boca de palabrería barata hablando sobre una tal democracia. Me pongo a pensar sobre esa famosa democracia, la que permite que la soberanía resida en el pueblo, o sea, el poder. Pero espera ¿poder?
Desgraciadamente, debo ser el único que no siente tal poder en sus manos, que no siente el poder de decidir sobre nada y menos sobre la forma de gobernar mi país. Y sí, aún ejerciendo mi voto, no tengo esa sensación. La respuesta es fácil, ni vivimos en democracia ni el electoralismo nos pone el poder en nuestras manos, la realidad es que vivimos en una dictadura de la burguesía, o más bien, una dictadura del capital. Y es que con tu voto, no vas a decidir sobre la clase alta, ellos son inmunes, y esto es porque son ellos los que realmente mandan, los mismos que financian ilegalmente todo aquel partido que les convenga o conceden entrevistas adoctrinando a todo aquel que se crea sus chorradas, mientras su empresa genera más y más a costa de la mano de obra proletaria.
Ésta es la verdadera y única realidad, el poder lo tiene una clase, siempre la tuvo, y la cuestión es decidir si tú pretendes seguir aplastado por el capitalismo y su secta empresarial la cual prostituye y parasita cualquier institución política, o si en cambio apoyas el resurgir de la clase obrera, del proletariado, el único que merece gobernar su país y decidir sobre sus intereses. Solo en ese resurgir de la clase obrera tendrá el pueblo la soberanía, y por lo tanto el poder. A esto le llamó Marx dictadura del proletariado, y es la única vía de emancipación de la clase obrera. Pero, desafortunadamente, hoy en día el proletariado carece de conciencia de clase e identifica como proletario al otro, porque el mismo capitalismo lo adoctrina y le hace sentir propietario para que así tema al socialismo, sin diferenciar propiedad personal (un coche, un móvil) y propiedad privada (medios de producción, empresas). Además, la democracia en nuestro país se desenvuelve de forma indirecta, es decir votamos a alguien que decidirá en nuestro lugar y será libre de pactar y/o hacer lo que quiera independientemente de su programa electoral, además de servir todos a la misma clase que en realidad gobierna: la burguesa.
Tras repasar la pésima realidad democrática española, podemos pasar al poder en la URSS, donde el PCUS (Partido Comunista de la Unión Soviética) era el arma del pueblo para gobernar y donde el sistema aún siendo una dictadura de clase, en este caso la obrera sobre la burguesa, era lo que realmente se define como democracia, donde el poder reside en el pueblo. Aquí dejo varios artículos de la constitución de la URSS, la más progresista hasta nuestros días.
Capítulo XI SISTEMA ELECTORAL
Artículo 134.- Todos los Soviets de diputados de los trabajadores -el
Soviet Supremo de la URSS, los Soviets Supremos de las repúblicas
federadas, los Soviets de territorio y de región, los Soviets Supremos
de las repúblicas autónomas, los Soviets de las regiones autónomas y de
las comarcas, de los distritos, ciudades y localidades rurales
(stanitsas, aldeas, caseríos, kishlaks y aúles)- son elegidos por
sufragio universal, igual, directo y secreto.
Artículo 135.- Las elecciones de diputados se hacen por sufragio
universal: tienen derecho a participar en ellas todos los ciudadanos de la URSS que hayan alcanzado la edad de 18 años, independientemente de la raza y la nacionalidad a que pertenezcan, de su sexo, religión,
grado de instrucción, residencia, origen social, situación económica y
actividades en el pasado, con excepción de los alienados, reconocidos
como tales de acuerdo con la ley. Puede ser elegido diputado al Soviet Supremo de la URSS todo ciudadano de la URSS que haya cumplido 23 años, independientemente de la raza y la nacionalidad a que pertenezca, de su sexo, religión, grado de instrucción, residencia, origen social, situación económica y actividades en el pasado.
Artículo 136.- Las elecciones de diputados se hacen por sufragio
igual: cada ciudadano tiene un solo voto; todos los ciudadanos
participan en las elecciones sobre bases iguales.
Artículo 137.- Las mujeres gozan del mismo derecho que los hombres de elegir y ser elegidas.
Artículo 138.- Los ciudadanos incorporados a las Fuerzas Armadas de la
URSS gozan del derecho de elegir y ser elegidos igual que los demás
ciudadanos.
Artículo 139.- Las elecciones de diputados son directas: todos los
Soviets de diputados de los trabajadores, desde los Soviets de las
localidades rurales y urbanas hasta el Soviet Supremo de la URSS, son
elegidos por los ciudadanos de forma inmediata, por sufragio directo.
Artículo 140.- La votación en las elecciones de diputados es secreta.
Artículo 141.– En las elecciones, los candidatos se presentan por circunscripciones electorales. Tienen derecho a presentar candidatos las organizaciones sociales y las asociaciones de los trabajadores: las organizaciones del Partido Comunista, los sindicatos, las cooperativas, las organizaciones juveniles y las sociedades culturales.
Artículo 142.- Todo diputado está obligado a rendir cuenta a los
electores de su labor y de la del Soviet de diputados de los
trabajadores, y puede ser revocado en todo momento, por decisión de la
mayoría de los electores, de acuerdo con el procedimiento previsto por
la ley.
Respecto a los que consideran un tirano dictador a Stalin, decirles que fue Presidente del Consejo de Comisarios del Pueblo, después llamado Consejo de Ministros, de 1941 hasta 1953, es decir, 12 años. Este cargo equivale a presidente del Gobierno o Primer Ministro.
Lyons le preguntó a Stalin: “¿Es usted un dictador?”; Stalin sonrió, dando a entenderasí que la pregunta era absurda. “No”, dijo con lentitud, “no soy ningun dictador. Los que usan esa palabra no entienden el sistema soviético de gobierno ni los métodos del Partido Comunista. Ningun hombre o grupo de hombres puede dictar nada. Las decisiones son tomadas por el Partido y aceptadas por sus órganos, el Comité Central y el Politburo” (E. Lyons: ibid.; p. 203).
Otra cosa es que fuera el secretario general del Partido Comunista de la US desde 1922 hasta 1953. Pero al propio Stalin se le va a impedir la dimisión de dichos cargos hasta en tres ocasiones: en los años 20 cuando murió su mujer, en los 30 y en los 50 en el XIV Congreso. Aquí un extracto de dicho congreso:
En la lista, dice Stalin, están todos los miembros del antiguo Buró Político con la excepción de A. A. Andreiev. En cuanto al respetable Andreiev, todo está claro, se ha vuelto completamente sordo, no escucha nada, no puede trabajar así, tiene que curarse.
Voz desde la sala: Hay que elegir al compañero Stalin como Secretario General del CC del PCUS.
Stalin: ¡No! Libérenme de los cargos de Secretario General del CC del PCUS y presidente del Consejo de Ministros de la URSS.
G. N. Malenkov (desde la tribuna): ¡Compañeros! ¡Tenemos todos que pedirle al compañero Stalin, nuestra guía y maestro, unánimemente y al unísono, que sea todavía Secretario General del CC del PCUS!
Stalin (desde la tribuna): Al Plenum del CC no le hacen falta los aplausos. Hay que resolver los problemas sin emociones, de manera práctica. Y yo pido ser liberado de los cargos de Secretario General del CC del PCUS y Presidente del Consejo de Ministros de la URSS. Ya estoy viejo. No puedo leer los documentos. Elijan a otro Secretario.
S. K. Timoshenko: ¡Compañero Stalin! El pueblo no entenderá. Todos nosotros como si fuéramos un solo hombre lo elegimos nuestro dirigente, Secretario del CC del PCUS. No existe otra solución.
Todos se ponen de pie y aplauden calurosamente, apoyando a Timoshenko. Stalin se queda un rato de pie mirando a la sala, después hace con la mano un gesto de contrariedad y se sienta.
Es muy fácil despreciar el sistema soviético y tacharlo de lo que no fue sin tan siquiera tratar de entender su forma de organizarse. Cualquiera podía ser elegido, incluso lo fueron los propios Jruschov y Gorbachov, que revisionaron las propias ideas marxistas llevando a la Unión Soviética a su caída.
Pero lo más grave de todo esto es acusar a la Unión Soviética de antidemocrática y luego llenarse la boca de palabrería defendiendo la soberanía nacional española, cuando aquí lo que de verdad tiene poder es el capital y el empresario, haciéndote pensar que con tu voto decides tu futuro. Cada vez más gente se da cuenta de la farsa del sistema, pero en lugar de rebelarse y crear conciencia, hacen caso omiso, como si no fuese con ellos. y como ya dijo Lenin, “Si no eres parte de la solución, eres parte del problema”.
Fuentes:
https://elkamaleonblog.wordpress.com/2017/09/28/sobre-nuestra-democracia-y-la-dictadura-sovietica/