¿Por qué el imperialismo encuentra apoyos en la «progresía»?

Dice el sociólogo estadounidense James Petras, que en el curso de las últimas décadas el imperialismo liderado por los Estados Unidos ha intervenido en países, Iraq, Afganistán, Libia, Siria y Ucrania, sin que el movimiento antimperialistase haya opuesto masivamente a sus operaciones militares. ¿A qué se debe este fenómeno, desconocido durante prácticamente casi todo el siglo XX? ¿tiene ello algo que ver con la actitud de la «izquierda» y el posicionamiento de determinados intelectuales?

REDACCIÓN CANARIAS SEMANAL

En un artículo titulado «El imperialismo y sus cómplices», el sociólogo norteamericano James Petras subraya que, en el curso de las tres últimas décadas, el imperialismo liderado por los Estados Unidos ha intervenido, invadido y conquistado un número de países entre los que se encuentran Iraq, Afganistán, Libia, Siria y Ucrania, sin que prácticamente – salvo en el caso del inicio de la invasión de Iraq -, se haya producido una oposición masiva del movimiento antiimperialista mundial, tal y como se había conocido en las décadas de los 50 60 y 70 del pasado siglo, en contra de las intervenciones bélicas estadounidenses en el exterior .

Según el sociólogo estadounidense, una de las razones de esta «debacle» se debe a la incapacidad de los movimientos antiimperialistas para enfrentarse con las élites de sus países respectivos, surgidas de procesos electorales .

En la actualidad, por ejemplo, el imperialismo occidental aparece involucrado en una guerra política y económica para derrocar –o dominar – a los gobiernos de varios países sacudidos por crisis económica. Entre entre ellos ae encuentran los de Turquía, Venezuela y Nicaragua. La oposición por parte de los movimientos antiimperialistas es prácticamente inexistente o demasiado débil. En algunos caso sucede, incluso, todo lo contrario. En nombre de la democracia, muchos intelectuales occidentales apoyan las tomas del poder respaldadas por el imperio.

Al respecto, James Petras, se fórmula en su artículo unas cuantas interrogantes:

¿Cuales son las razones de la negativa de los movimientos antiimperialistas al reconocimiento y la reivindicación de los valores democráticos? ¿A qué se debe la ausencia de solidaridad y oposición de las naciones a la depredación ejercida por las potencias occidentales? ¿Por qué algunos líderes (y seguidores) de los movimientos antiimperialistas han celebrado algunas conquistas imperiales como si se tratasen de una ‘liberación’? ¿Por qué algunas minorías étnicas de países independientes han colaborado con las potencias occidentales, como es el caso de los kurdos de Iraq, que hablan de “colonialismo democrático”?

En opinión de Petras, quienes lideran los movimientos anti imperialistas no acaban de entender que las guerras imperiales y de conquista imponen penas de muerte muchas veces más graves y duras que los gobernantes locales; su opresión, explotación y destrucción de los pueblos conquistados superan con creces los efectos generados por los ejecutivos autoritarios que gobiernan algunos de ellos. Hoy no existen dudas de que las intervenciones imperialistas han destruido el avanzado estándar de vida y el cultural-científico de países como Iraq, Libia y Siria.

Pero la cuestión no acaba ahí. Petras indica en su artículo que algunos sectores de la izquierda y de la intelectualidad progresista occidental han ido incluso más lejos – al menos durante las primeras invasiones imperiales –: ¡apoyaron lo que ellos soñaron que era un “control democrático” resultante de la intervención imperial (al que apodaron “levantamiento”)! Obviamente, los imperialistas sabían mucho más, y cooptaron y escogieron a sus cómplices en su camino de conquista y destrucción. Los líderes antiimperialistas se desentendieron tanto de los ‘imperialistas’ como de las ‘dictaduras’ y abandonaron a los colaboradores que daban un barniz de ‘valores democráticos’ a la ocupación imperial en curso.

Los izquierdistas occidentales que respaldaron las invasiones imperiales como si hubiesen sido “aperturas democráticas” están callados e indiferentes, como si ellos no fueran también responsables de los millones de muertes y los enormes desplazamientos de refugiados.

Petras señala que en el momento actual el imperialismo estadounidense se encuentra en pleno saqueo y destrucción de Turquía, Venezuela y Nicaragua, debilitando y haciendo todo lo posible por derribar a sus respectivos gobiernos. En Brasil, Washington ya ha promovido un régimen cliente e intenta amañar las próximas elecciones encarcelando y descalificando al candidato más importante, el líder de centro-izquierda Lula Da Silva.

En su artículo James Petras subraya que los que denomina como «humanistas liberales» que apoyaron las guerras imperiales con la excusa de que salvaban de la tortura y las armas químicas a pueblos oprimidos ofrecen rechazo caritativo y humillante en las fronteras de Occidente.

En opinion de James Petras existe hoy muy poca reflexion politica sobre el hecho de que las guerras imperiales son mucho peor que un estado independiente y autoritario. Los líderes antiimperialistas no se han apercibido de que los pueblos oprimidos solo pueden liberarse por su propia decisión y acción, no mediante la invasión de ejércitos imperiales, golpes de la CIA o sanciones económicas.

Fuentes:

http://canarias-semanal.org/not/23494/james-petras-por-que-el-imperialismo-encuentra-apoyos-en-la-progresia-/

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