Las “Tesis de abril” de Lenin

B. M. Volin

El 17 de abril de 1917 es la gloriosa fecha en la que Lenin lanzó sus “Tesis de abril“, mundialmente conocidas. Las Tesis de Lenin aparecieron en el período de más extraordinario cambio en la historia de Rusia.

En los primeros días de la revolución de febrero, fueron creados los Soviets de los diputados obreros y soldados, como órganos de poder popular. Sin embargo, en los primeros días, los partidos conciliadores, menchevique y social-revolucionario, lograron apoderarse de la mayoría de diputados miembros de los Soviets. Una parte considerable del pueblo, sin experiencia en el terreno político, creía en los mencheviques y social-revolucionarios. Pero estos traidores engañaron las esperanzas del pueblo e hicieron un trato con la burguesía. A espaldas de los bolcheviques, se entendieron con los representantes de la burguesía respecto a la formación del nuevo gobierno de Rusia, el Gobierno Provisional burgués. Este gobierno estaba compuesto por la burguesía y los terratenientes aburguesados. Sobre las ruinas del zarismo, la burguesía imperialista rusa, con la ayuda de los Soviets dominados por mencheviques y social-revolucionarios, estableció su propio poder. Surgió un entrelazamiento sui géneris de los dos poderes, el Gobierno Provisional y los Soviets. El resultado fue un doble poder. Era necesaria una nueva orientación del Partido en las nuevas condiciones de lucha.

En las “Tesis de abril“, es generalizada, de forma extraordinaria y concisa, la experiencia histórica de dos revoluciones rusas y, con perspicacia leninista, fundamentado el plan concreto del paso de la revolución democrático-burguesa, ya realizada, a la revolución socialista.

En las “Tesis de abril“, Lenin dio una respuesta clara y completa a todas las cuestiones que agitaban, entonces, el Partido Bolchevique y toda la Rusia revolucionaria.

Las “Tesis de abril” son el modelo más perfecto del marxismo creador revolucionario. En el artículo dedicado al 50º aniversario de Lenin, el camarada Stalin escribió: “Los bolcheviques concentran principalmente su atención en determinar las vías y los medios para la realización del marxismo que correspondan a la situación y en modificar esas vías y esos medios cuando la situación cambia; los bolcheviques no sacan sus instrucciones y sus directivas de analogías y paralelos históricos, sino del estudio de las condiciones circundantes; no basa su actividad en citas y máximas, sino en la experiencia práctica, comprobando cada paso suyo en la experiencia, aprendiendo de sus propios errores y enseñando a los demás a construir una nueva vida. Esto explica, en rigor, por qué no hay divorcio entre las palabras y los hechos en la actuación de este grupo y porque en ella la doctrina de Marx conserva toda su vital fuerza revolucionaria“.

El camarada Stalin señaló: “Se pueden aplicar con toda razón a los bolcheviques las palabras de Marx de que los marxistas no pueden contentarse con interpretar el mundo, sino que deben ir más lejos, para transformarlo“.

Las “Tesis de abril” de Lenin, tenían el objetivo de transformar revolucionariamente el mundo. Se convirtieron en la bandera del gran Partido Bolchevique en su abnegada lucha por la histórica victoria mundial de la revolución socialista.

 

 

Transformar la revolución de Democrático-burguesa a Socialista

 

El 27 de febrero (12 de marzo) de 1917, bajo los golpes del pueblo armado -de los obreros y soldados- el régimen autocrático se derrumbó. En Rusia, se llevó a cabo la revolución democrático-burguesa. Lenin y Stalin no estaban entonces en Petrogrado. Desde hacía 4 años, Stalin estaba en el lejano exilio siberiano, y Lenin, separado de Rusia por los frentes de batalla de la Primera Guerra Mundial, se vio obligado a vivir en la emigración.

Después de recibir las primeras noticias de la revolución democrático-burguesa, el camarada Stalin partió apresuradamente a Petrogrado. Pero Lenin consiguió salir de inmediato de la “neutral” Suiza. Los imperialistas británicos no querían, bajo ningún concepto, permitir que viviese en la Rusia revolucionaria. Había un peligro real: si Lenin se encontrase en Francia y sobre todo en Inglaterra, sería arrestado, indudablemente. Al mismo tiempo, el Gobierno Provisional creó todo tipo de obstáculos para el regreso de Lenin a la Patria. El Gobierno Provisional no quería que entrase en la Rusia revolucionaria un enemigo irreconciliable de la burguesía imperialista, un jefe del proletariado ruso tan reconocido por todos, como Lenin.

Encontrándose en Suiza, Lenin estudió cuidadosamente los acontecimientos que se desarrollaban, envió artículos a Rusia e hizo informes en Suiza.

En ese período, sus “Cartas desde lejos” ocupan un lugar especial entre todo su enorme trabajo. Escribió cinco, pero sólo la primera carta, bajo el título de “La primera etapa de la revolución“, fue publicada el 21 y 22 de marzo (3 y 4 de abril) de 1917 en “Pravda“, que había resurgido con la revolución. Las otras cartas de Lenin permanecieron en manuscritos y sólo fueron publicadas después de su muerte.

En “Cartas desde lejos“, Lenin reveló brillantemente las causas y el carácter de clase de la revolución de febrero, revolución democrático-burguesa. Definió al Gobierno Provisional como gobierno de la burguesía imperialista, que tenía como objetivo llevar hasta el fin la guerra de expoliación.

Lenin previó brillantemente el significado de los acontecimientos de Petrogrado. Estos llevaron a que, al lado del Gobierno Provisional oficial de la burguesía imperialista, hubiese surgido el gobierno obrero, nuevo, no oficial, aún no desarrollado, gobierno que exprimía los intereses del proletariado y de la población urbana y rural más pobre, el Soviet de los Diputados Obreros y Soldados de Petrogrado.

Lenin escribió: “El Soviet de diputados obreros, una organización obrera, el embrión del gobierno obrero, representante de los intereses de todas las masas pobres de la población, es decir, de las nueve décimas partes de la población, que lucha por la paz, el pan y la libertad“.(1)

La tarea del Partido Bolchevique consistía en poner al descubierto, frente a las masas populares, el carácter imperialista del Gobierno Provisional, desenmasarar la traición de los social-revolucionarios y de los mencheviques y demostrar que sería imposible lograr la paz mientras que el Gobierno Provisional no fuese reemplazado por el gobierno de los Soviets.

Dirigiéndose a la clase obrera revolucionaria de Rusia, Lenin dijo:

¡Obreros! Habéis hecho prodigios de heroísmo proletario y popular en la guerra civil contra el zarismo. Debéis hacer prodigios de organización proletaria y popular para preparar vuestro triunfo en la segunda etapa de la revolución“. (2)

Lenin subrayó que esta era la tarea principal del momento.

Antes de salir de Suiza, escribió la “Carta de despedida a los obreros suizos“, aprobada en la reunión de los bolcheviques emigrados que regresaban a Rusia al mismo tiempo que Lenin.

En esta carta, Lenin subrayó: “El Partido Bolchevique, si la revolución lo pone en el poder, propondrá inmediatamente la paz a todos los pueblos en guerra; hará públicas las condiciones de esta paz, que son la liberación inmediata de todas las colonias y de todos los pueblos oprimidos o que no gozan de todos los derechos; se iniciará de inmediato y llevará hasta el final la liberación de los pueblos oprimidos por los terratenientes y los capitalistas rusos“.

Lenin termina su carta de despedida con las siguientes palabras:

“La transformación de la guerra imperialista en guerra civil se convierte en un hecho. ¡Viva la revolución proletaria que comienza en Europa!“. (3)

Las grandes ideas de Lenin sobre la guerra, la paz y la revolución, fueron las ideas que guiaron a los bolcheviques en toda su trabajo.

El camarada Stalin encarnó, de manera consecuente, las ideas leninistas, las desarrolló y congregó al Partido para la lucha por el desarrollo y la transformación de la revolución democrático-burguesa en revolución socialista. Stalin, con Molotov, dirigió la actividad del Comité Central y del Comité de los Bolcheviques en Petrogrado. El Comité Central del Partido encargó a Stalin dirigir el periódico “Pravda“.

El 14 (27) de marzo, “Pravda” publicó el primer artículo del camarada Stalin, “Los Soviets de los Diputados Obreros y Soldados“. Un día más tarde, apareció su artículo “Sobre la guerra“. En estos artículos, los bolcheviques recibieron directivas de principios para su trabajo.

Stalin escribió: “El carro de la revolución rusa avanza con la velocidad del relámpago. Se multiplican y amplían en todas partes los destacamentos de combatientes revolucionarios. Se resquebrajan en sus cimientos y se desploman los puntales del viejo Poder“. (4)

El camarada Stalin centró la atención de los bolcheviques y de todo el pueblo en la necesidad de fortalecer el poder de los Soviets.

Stalin preguntó: “¿Qué es necesario hacer para mantener los derechos conquistados y hacer avanzar la revolución rusa?“.

Él mismo respondió: “Para esto es necesaria la alianza de los obreros con los soldados, es decir, los campesinos vestidos de uniforme de soldado. Hacerla consciente y sólida, duradera y estable, lo bastante estable para oponerse a las intentonas provocadoras de la contrarrevolución, ya que para todos está claro que la garantía de la victoria definitiva de la revolución rusa es el fortalecimiento de la alianza del obrero revolucionario con el soldado revolucionario. Los órganos de esta alianza son precisamente los Soviets de los Diputados Obreros y Soldados”.(5)

El camarada Stalin, en este artículo, hacía un llamamiento:

¡Obreros, campesinos, soldados! ¡Uníos en todas partes en los Soviets de Diputados Obreros y Soldados, en los órganos de la alianza y del Poder de las fuerzas revolucionarias de Rusia!“. (6)

En el artículo “Sobre la guerra“, el camarada Stalin, exponiendo el carácter imperialista del Gobierno Provisional, explicó que el carácter imperialista de la guerra no había cambiado por el hecho de que, en lugar del gobierno zarista, apareciera el Gobierno Provisional. En el artículo, Stalin llamó a todo el pueblo, con el proletariado de Rusia al frente, a la lucha activa por la paz.

En otro artículo “Sobre las condiciones para la victoria de la Revolución Rusa”, publicado en “Pravda” el 18 (31) de marzo, el camarada Stalin estableció una tarea política y organizativa muy importante, la creación del Soviet de los Diputados Obreros, Soldados y Campesinos de todo el pueblo, así como la tarea del armamento inmediato de los obreros.

Los camaradas Stalin y Molotov, con la mayoría del Partido, intervinieron en contra del apoyo al Gobierno Provisional, contra el defensismo de los mencheviques y social-revolucionarios, llamaron a la lucha activa por la paz, a la lucha contra la masacre imperialista. Intervinieron en contra de la posición semi-menchevique del apoyo condicional al Gobierno Provisional, posición defendida por Kamenev y otros oportunistas.

El Buró del Comité Central del Partido, dirigido por el camarada Stalin, señaló en su resolución que el centro de la congregación de las masas estaba formado por los Soviets, tanto en las ciudades como en los campos, y que los Soviets eran embriones del futuro poder estatal del proletariado y del campesinado más pobre, y que la plenitud del poder debería pasar a ellos.

Algunos militantes del Partido, que estuvieron mucho tiempo en prisión y en lugares de deportación, se orientaban mal en la situación política que se había creado, vacilaban y no veían con claridad la actitud que los bolcheviques debían tomar.

En la situación política compleja y llena de contradicciones, el Partido bolchevique debía dar a los obreros, soldados y campesinos, el programa concreto de la lucha por el desarrollo ulterior de la revolución. Era necesaria la fuerza extraordinaria del brillante cerebro de Lenin, su insuperable experiencia política, para trazar el camino claro y definitivo de la revolución socialista. El camarada Stalin dijo:

Fueron necesarias las famosas “Tesis de abril” de Lenin para que el Partido, con un rápido impulso, pudiese llegar al nuevo camino“. (7)

Un mes después de la revolución que tuvo lugar en Rusia, el 27 de marzo (9 de abril), de 1917, Lenin, con un grupo de emigrantes políticos -miembros de diferentes partidos- salió de Suiza, atravesó Alemania y, el 31 de marzo (13 de abril) por la mañana, llegó a Estocolmo. El mismo día, por la noche, Lenin salió de la capital de Suecia, y el 2 (15) de abril llegó, finalmente, a la frontera de Rusia, a la ciudad de Torneo, al norte de Finlandia.

Lenin cayó allí en manos de los británicos que dominaban la frontera rusa. Lo sometieron a un registro minucioso y grosero. Pero todas las vejaciones terminaron. Lenin estaba en la tierra de la Rusia revolucionaria. Los soldados revolucionarios que custodiaban la frontera rusa, en Torneo, fueron los primeros que acogieron a Lenin con entusiasmo y a los que Lenin saludó en el territorio de la Rusia revolucionaria. En Torneo, Lenin fue recibido por una delegación especial enviada por los bolcheviques de Helsinki y por el Soviet de la ciudad.

Lenin subió a altas horas de la noche en el primer tren que salió de Torneo al sur, hacia Petrogrado, el 2 de abril.

 

 

Lenin regresa del exilio

 

Antes de la salida del tren de Torneo, Lenin envió a Petrogrado, a sus hermanas Anna Ilinitchna y María Ilinitchna Uliánova, un telegrama comunicando su llegada a la capital y pidiéndoles que se lo comunicasen al periódico “Pravda“, pero los días 2 y 3 de abril coincidían con la Pascua. Por esta razón, no trabajó la redacción de “Pravda“, las redacciones de otros periódicos y muchas otras empresas.

Después de que el tren se pusiese en marcha, Lenin ordenó abrir todas las puertas interiores del vagón y llevó a cabo un mitin original, cuyos participantes principales eran soldados que regresaban de la frontera a Helsinki y Petrogrado.

Krupskaya cuenta que el discurso de Lenin no parecía un discurso común de un propagandista o de un agitador. Habló de lo que le conmovía, de la necesidad de la lucha por la paz, de la lucha contra la guerra de rapiña. El vagón se lllenó pronto de soldados que escuchaban con gran expectación, que se acercaban, se subían a los asientos, con el fin de comprender mejor cada palabra de aquel, que tan sencillamente y de manera tan comprensible, se dirigía a ellos y se conmovía con las mismas cuestiones que los conmovía.

Dos horas antes de la llegada del tren de Finlandia con Lenin, en Sestroretzk, cerca de Bieloostrov, que era un punto de la frontera con Finlandia, tuvo lugar una reunión convocada por la organización bolchevique de Sestroretzk. El representante del Comité de Petrogrado informó a los participantes de la reunión que, dos horas más tarde, Lenin pasaría cerca de Sestroretzk. Preparando carteles y pancartas rojas saludando a Lenin, los obreros y las obreras revolucionarios de Sestroretzk, en una extensión especial del tren, partieron hacia Bieloostrov. En el andén de la estación de Bieloostrov, los obreros y obreras se fundían con la masa, con el pueblo lleno de alegría, que esperaba con impaciencia la llegada de Lenin. Allí, entre los delegados de los obreros de Petrogrado, estaban el camarada Stalin y María Ilinitchna.

El encuentro de Lenin con Stalin fue profundamente emocionante. Lenin dio un fuerte abrazo a Stalin y se besaron.

En un estado de espíritu entusiasta, los obreros de Petrogrado y de Sestroretzk se lanzaron al encuentro de Lenin.

La grandiosa recepción hecha a Lenin por el pueblo, al principio en Bieloostrov y luego, especialmente en Petrogrado, lo conmovió profundamente y le suscitó una nueva ola de su inagotable energía creadora.

El telegrama de Lenin sobre su llegada fue recibido en Petrogrado en la mañana del 3 de abril. El Comité Central del Partido sólo tuvo conocimiento de él al mediodía. El Comité de Petrogrado comunicó inmediatamente esta brillante noticia a todas las organizaciones del Partido.

 

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Los militantes de los comités de distrito del Partido buscaron a los camaradas de casa en casa y comunicaron de boca en boca que, a las once de la noche, Lenin llegaría a Petrogrado. Muchos camaradas, en diversos lugares de la capital, pegaron en los postes pequeños carteles, hojas manuscritas, anunciando la llegada de Lenin. Un episodio interesante tuvo lugar con el conductor, que el 3 de abril, llevó en coche al embajador británico Buchanan y al ministro de exteriores Miliukov. Estos señores de “clase alta”, no sospechando nada, conversaban animadamente en inglés sobre la llegada de Lenin. El conductor, que vivió como emigrado en Inglaterra y conocía muy bien el inglés, entendió perfectamente su conversación y, después de que sus pasajeros bajaran del coche, se dirigió rápidamente a la unidad de coches blindados, con el fin de comunicar la llegada inmediata de Lenin. Esta unidad fue una de las primeras en llegar a la estación de Finlandia. Le fue otorgado el honor de poner su coche blindado a disposición de Lenin. Este coche se convirtió, más tarde, en histórico.

La noticia de la llegada de Lenin se extendió por la ciudad con una rapidez extraordinaria. En las fábricas de Obukov, Putilov y otras de la capital, fueron convocados mítines relámpago de los bolcheviques con el fin de organizar la recepción de Lenin. Miles de trabajadores, con los bolcheviques al frente, decidieron dirigirse a la estación de Finlandia.

Cuando en Kronstadt se supo que Lenin iba a llegar, los marineros dieron la señal de alarma, se reunieron en un mitin y, para recibir a Lenin, mandaron a una patrulla mixta, que partió inmediatamente a Petrogrado.

De todas partes iban a la estación de Finlandia, obreros de la fábrica de Putilov y marineros de la Flota del Báltico, que llevaban antorchas por delante. El entusiasmo general abarcó todas las capas de los obreros de Petrogrado que, individualmente y en multitud, se congregaron para recibir a Lenin.

Hacia la estación de Finlandia, con las banderas al viento, partieron los delegados bolcheviques de la I Conferencia de los Soviets de toda Rusia, que acababa de salir de sus puestos de trabajo, y las delegaciones del Comité Central del Partido y de su Comité de Petrogrado.

Poco después, toda la plaza y las calles vecinas de la estación habían sido completamente invadidas por las columnas de obreros, obreras, soldados, marineros y guardias rojos. Al frente de las organizaciones obreras, marchaba la milicia obrera armada.

Esta poderosa demostración de la ciudad revolucionaria de Petrogrado, demostraba la dedicación y el amor sin límites del pueblo por su líder y maestro Lenin.

Once de la noche. El pueblo esperaba, en un estado de gran tensión, la llegada del tren con Lenin. En el andén de la estación, había numerosas banderas, arcos adornados con telas rojas e inscripciones saludando a Lenin. Al final del andén, con flores en las manos, se encontraban los familiares y amigos de Lenin, los miembros del Comité Central del Partido y de su Comité de Petrogrado. A través de los dos lados del andén, estaban los delegados de las unidades blindadas, los soldados de la Compañía de ametralladoras, dos regimientos de Moscú y Preobrazhensky, y los marineros con orquestas.

 

 

Lanzar la “Tesis para la reconstrucción del mundo”

 

El tren llegó a medianoche. Lenin, con Stalin, salió del vagón y fue calurosamente recibido por los miembros del Buró del Comité Central del Partido, los camaradas Molotov y Kalinin, por los miembros del Comité de Petrogrado y por los familiares.

Las tropas se pusieron en guardia. Las orquestas tocaron la Marsellesa. Un oficial de la Marina, capitán de la guardia de honor, dio información a Lenin y dos veces, con él, pasó revista a la guardia. Allí mismo, en el andén de la estación, Lenin dio su primer discurso ante las tropas revolucionarias de Petrogrado. Dijo: “La guerra, que acabó con millones de vidas y agotó a las masas, abrió los ojos del pueblo, mostrándole que el capitalismo se ha metido en un callejón sin salida y que la única manera de salir de este callejón es la revolución socialista“.

Recibido con entusiasmo por las tropas y por la milicia obrera, Lenin terminó su discurso con un viva a la revolución socialista. Los obreros y los soldados se llevaron a Lenin en brazos a la sala de la tercera planta. Allí, delante del pueblo en delirio, Lenin pronunció un nuevo discurso, breve, acentuando la imposibilidad de que los obreros sean satisfechos con lo que existía en Rusia, y que el pueblo necesitaba del poder de la clase obrera, de la revolución socialista.

Finalmente, llevaron a Lenin a las salas nobles, “del zar”, que existían en la estación. Allí lo esperaban representantes de las organizaciones de las zonas y sub-zonas de Petrogrado y diversas delegaciones, entre las cuales estaban la del Comité Ejecutivo del Soviet de Petrogrado, teniendo al frente a los mencheviques Tchkeidze y Skobelev.

El líder de los mencheviques, Tchkeidze, comenzó a pronunciar un “discurso” de bienvenida. Pero Lenin no quiso escuchar a ese viejo conciliador y traidor de la revolución. Lenin se dirigió a las delegaciones de obreros y marineros, que estaban presentes, realizando un breve discurso de bienvenida y terminó con las palabras: “¡Viva la revolución socialista!“.

Después, Lenin se dio la vuelta, se dirigió al coche que le esperaba y, acercándose a él, comenzó su discurso. Los obreros y los soldados lo rodearon por todos lados. Miles de ojos se volvieron hacia él. Todo el mundo quería escuchar su voz y su palabra. Todos querían ver al gran líder y jefe de la revolución.

Llevado por los obreros y soldados, en medio de una tormenta de gritos de entusiasmo, Lenin subió a la plataforma del coche blindado, se colocó junto a la ametralladora y pronunció su célebre discurso ante el proletariado revolucionario de Petrogrado, llamando a las masas a la lucha por la la victoria de la revolución socialista. Ante las masas silenciosas de miles de obreros de Petrogrado, Lenin pronunció nuevamente las ardientes palabras: “¡Viva la revolución socialista!“.

Fue un momento inolvidable. Uno de las personas que escucharon el discurso de Lenin, recuerda: “En esa ocasión, el ser humano bailaba de alegría“.

Un obrero señala en sus memorias que Lenin, encima del coche blindado, lanzó “la tesis para la reconstrucción del mundo“.

El pueblo veía, exactamente, en la persona de Lenin, aquel que era capaz de unir a su alrededor a todos los trabajadores de Rusia y de conducir al pueblo por el nuevo camino, hacia la vida libre y feliz.

Los profundos pensamientos y sentimientos que inflamaban a los bolcheviques de Petrogrado, en el encuentro con su líder y maestro, fueron manifestados de manera excelente por el camarada Molotov en su libro “Lenin y el Partido durante la Revolución“, escrito en 1924, tras la muerte de Lenin.

Desde que Lenin, en su primer discurso en la Rusia revolucionaria, lanzó el lema de la revolución socialista, este lema, para nuestro Partido, como que bajó a la tierra. Lenin lanzó el lema, manifestó el pensamiento, al que los acontecimientos revolucionarios ya nos habían conducido, a nosotros, bolcheviques y a todos los obreros avanzados.

Los breves discursos, repetidos, del coche blindado, con llamamientos a la revolución socialista, lanzaron una clara y aguda mirada sobre las tareas fundamentales de nuestro Partido. Para nosotros, participantes de este encuentro extraordinario, como profético, de Lenin, al comienzo de la revolución, este momento es especialmente inolvidable. Inmediatamente estábamos como reanimados, sentimos un flujo extraordinario de energía y fe revolucionarias. Las apelaciones de combate del jefe fueron recibidas con alegría no menos tormentosa de los obreros de Leningrado, abnegados revolucionarios“. (8)

El coche blindado, con Lenin, que estaba de pie con la bandera del Comité Central del Partido en la mano izquierda, se adelantó al antiguo palacio de Kchessinskaia, donde se encontraba el estado mayor del Comité Central del Partido y de su Comité de Petrogrado.

Ya era después de medianoche. El coche blindado avanzaba lentamente por las calles y traviesas de Petrogrado, entre los escenarios de combate de la revolución. La comitiva se detenía en cada intersección. Saliendo de la oscuridad de la noche, nuevas masas populares se adherían a la manifestación. El camarada Molotov lo describió así: “En el camino desde la estación hasta el “palacio de Kchessinskaia”, entonces célebre en San Petersburgo, Lenin tuvo que hacer nuevos y breves discursos a las multitudes obreras que llegaban, y se subían al coche blindado, iluminado por un foco de luz en la oscuridad de la noche. E, invariablemente, Lenin repetía su lema fundamental: “¡Viva la revolución socialista!“(9).

La inmensa masa obrera marchaba detrás del coche blindado, apoderándose ansiosamente de estos llamamientos apasionados del jefe, nunca escuchados en ningún lugar. En sus breves discursos, Lenin advirtió al pueblo de Petrogrado que se trataba de una lucha a vida o muerte, y que era necesario culminar esta lucha con la victoria completa del proletariado. Como “Pravda” anunció el 4 de abril de 1917, Lenin le dijo al proletariado revolucionario ruso y al ejército revolucionario ruso, que no solamente liberaran a Rusia del despotismo zarista, sino que también comenzaran una revolución social a nivel internacional.

Por último, la comitiva avanzó por Kronverkski y se detuvo junto al antiguo palacio de Kchessinskaia.

Lenin bajó del coche blindado y se dirigió al palacio. El pueblo estuvo mucho tiempo en la plaza. Lenin se dirigió a ellos durante tres ocasiones, hablándoles desde el balcón del segundo piso, con breves discursos. Miles de oyentes escuchaban, conmovidos, cada palabra del jefe.

La llegada de Lenin tuvo una inmensa importancia para el Partido Bolchevique, para la revolución. Como un gigante del pensamiento creador, de la voluntad revolucionaria inquebrantable, apareció Lenin ante las masas revolucionarias del pueblo.

Lleno de alegría y felicidad, Lenin apareció en la sede del Comité Central del Partido. Saludó a unos y reconoció a otros. Habló larga y amistosamente con el camarada Stalin.

En la planta superior del edificio, fue preparado un té fraternal para Lenin y los camaradas. Los bolcheviques de Petrogrado comenzaron a hacer discursos de bienvenida, pero Lenin los desvió hacia las tareas que se planteaban ante el Partido y la clase obrera en la revolución.

Decidieron ir a la planta baja, a una amplia sala donde, sobre las tres de la mañana, se reunieron cientos de miembros del Partido, representantes de las zonas de la capital, de Kronstadt, de los alrededores y miembros de la Conferencia de los Soviets de toda Rusia.

Lenin habló a los presentes en un largo discurso sobre las perspectivas de la revolución y, en particular, sobre las ideas que, en el mismo día, desarrolló en sus “Tesis de abril“, de importancia histórica mundial. Este discurso fue, para muchos camaradas, una verdadera revelación. Los asistentes aplaudieron a Lenin prolongadamente. Los rostros de los presentes se iluminaron llenos de entusiasmo y con la decisión de marchar con Lenin a la lucha a vida o muerte por la revolución socialista.

Amanecía cuando el activo bolchevique de Petrogrado, con Lenin y Stalin al frente, dejó el palacio de Kchessinskaia. Lenin y Krupskaya se fueron a la casa de las hermanas de Lenin, Anna Ilinitchna y Maria Ilinitchna Uliánova.

 

 

Todo el poder para los Soviets

 

El 4 (17) de abril de 1917, en el Palacio Táuride, Lenin leyó y explicó en dos informes que se sucedieron, sus célebres tesis “Sobre las tareas del proletariado en la presente revolución“. A estas tesis históricas de importancia mundial, les tocó la tarea de acelerar la marcha de la revolución rusa, guiando a las masas trabajadoras de Rusia por la abnegada lucha por el poder de los Soviets, por la victoria del socialismo en el país. Lenin leyó sus tesis, al principio, en la reunión de los militantes dirigentes del Partido y, después, en una reunión conjunta de los bolcheviques y mencheviques. Tres días más tarde, el 7 (20) de abril fueron publicadas en “Pravda“.

Las “Tesis de abril” se componen de diez tesis diversas, orgánica e indisolublemente conectadas entre sí y condicionadas unas por las otras.

En las “Tesis de abril“, Lenin, en primer lugar, dio una respuesta completa a la cuestión más aguda del momento: la actitud de los bolcheviques ante la guerra entonces existente. El destino de Rusia, su independencia como Estado y su integridad dependían de la solución justa de esta cuestión. Lenin dijo que la guerra, también bajo el nuevo Gobierno Provisional, por su carácter imperialista, continuaba siendo una guerra de rapiña y usurpación. Por lo tanto, dijo, eran inaceptables las mínimas concesiones al llamado “defensismo revolucionario”, es decir, a la predicación desconcertante hecha por los mencheviques y social-revolucionarios, según la cual, con el derrocamiento de la autocracia, la guerra había dejado de ser usurpadora y, al parecer, no era llevada a cabo con vista a invasiones, sino por necesidad, para la defensa del Estado.

Incluso antes del derrocamiento del zarismo, Lenin había señalado: “La guerra es la continuación de la política” y, con el fin de saber hacer una apreciación justa, científica de la guerra, “es necesario estudiar la política de antes de la guerra, la política que condujo a la guerra“. (10)

En una de sus cartas escritas en el extranjero y enviadas a Rusia, Lenin, habiendo sido informado de la creación del gobierno del príncipe Lvov & Cia, aclaró: “La guerra del lado de Rusia, no dejó de ser imperialista y no podrá dejar de serlo mientras en el poder se encuentren los terratenientes y los capitalistas, representantes de la clase burguesa; mientras en el poder se encuentren agentes y funcionarios tan directos de esta burguesía como Kerensky y otros social-patriotas; mientras los tratados del zarismo con los imperialistas anglo-franceses estuviesen en vigor y no fueran publicados; mientras no fuese liquidada la alianza con el imperialismo anglo-francés; mientras que el poder del Estado no pasase de la burguesía imperialista a las manos del proletariado“.

Lenin nunca dijo que los bolcheviques son enemigos de ninguna guerra. Son enemigos de las guerras injustas, invasoras, de rapiña. Pero Lenin hizo hincapié en que no estaba excluída la posibilidad de una guerra con la que el proletariado consciente estaría de acuerdo. Sin embargo, esto sólo tendría lugar cuando la guerra fuese revolucionaria, que justificase el verdadero defensismo revolucionario, es decir, una guerra en la que el pueblo revolucionario defendiese sus verdaderos intereses y logros. ¿En qué circunstancias podría tener esto lugar? Lenin dijo: “Con la condición de que el poder pase a manos del proletariado y a las capas más pobres del campesinado, próximas del proletariado, cuando no se tuviese que defender el Estado burgués, y sí su querido estado soviético, cuando tuviese lugar una ruptura total con todos los intereses del imperialismo“.

Hay que recordar que, ya en octubre de 1915, Lenin dijo: “A la pregunta, ¿qué haría el Partido del proletariado si la revolución lo colocase en el poder en la guerra actual? respondemos: propondríamos la paz a todos los beligerantes, con la condición de liberar las colonias y todos los pueblos dependientes, oprimidos y que no tienen todos los derechos. Ni Alemania, ni Inglaterra con Francia, con sus actuales gobiernos, aceptarían estas condiciones. Por lo tanto, deberíamos preparar y librar una guerra revolucionaria“.(11)

Lenin tenía en cuenta que, entre los amplios sectores de las masas populares, engañadas por la burguesía, capas que habían caído bajo la influencia de la política conciliadora de los socialrrevolucionarios y mencheviques, había mucha gente que se engañaba a sabiendas, aceptaba la guerra como necesidad y no con fines de conquistas. En relación con estas personas, Lenin exigía que los bolcheviques explicasen, de modo especialmente detallado, tenaz y paciente, el vínculo indisoluble del capital con la guerra imperialista. En una de sus “Cartas desde lejos“, Lenin señaló: “Hacer al Gobierno Provisional burgués la propuesta de celebrar una paz democrática es completamente inútil“. Por esta razón, Lenin estableció a los bolcheviques, como una obligación, demostrar al pueblo, a los obreros y a los soldados, de modo convincente, que sólo era posible poner fin a la guerra con una paz verdaderamente democrática, sin violencia, con la condición de derrocar el capitalismo.

 

Lenin habla sobre las tesis de abril
En las “Tesis de abril“, Lenin reveló la esencia de la originalidad de la situación característica de Rusia, surgida en abril de 1917. Lenin definió esta originalidad como la transición de la primera etapa de la revolución, que dio el poder a la burguesía a causa de la consciencia y de la organización insuficiente del proletariado, a la segunda etapa de la revolución, que debería dar el poder al proletariado y al campesinado más pobre. ¿En qué consistía la primera etapa de la revolución?

En el paso del poder del Estado a la burguesía. Antes de la revolución de febrero-marzo de 1917 -Lenin lo aclaró en el desarrollo de sus tesis- el poder del Estado, en Rusia, estaba en manos de una vieja clase, exactamente la clase de los terratenientes, aristócratas, feudales, dirigida por Nicholas Romanov.

Después de esta revolución, el poder pasó a las manos de otra clase, la nueva clase, la burguesía.

El paso del poder del Estado, de las manos de una clase a manos de otra, es el primer índice, el principal, el fundamental de la revolución, tanto en la importancia estrictamente científica de esta noción, como en la importancia práctica política.

Por lo tanto, la revolución burguesa o democrático-burguesa de Rusia está terminada“.(12)

En la tercera “Carta desde lejos“, Lenin escribió: “Si queremos ser marxistas y aprender con la experiencia de la revolución mundial, debemos tratar de entender en qué consiste exactamente el carácter sui generis de este momento de transición y qué táctica se debe a sus características objetivas“. (13)

Este momento de transición se caracterizaba por el hecho de que la revolución de febrero, liquidando con un golpe la vieja Rusia privada de derechos, colocó al país en el camino de la máxima legalidad, hizo a Rusia, entre todos los países beligerantes, el más libre del mundo, y por el hecho de que las masas populares manifestaban una actitud inconsciente y confiada hacia el peor enemigo de la paz y el socialismo, el gobierno capitalista.

Todo esto exigía que las masas populares y, sobre todo, las masas proletarias, fuesen llevadas a desarrollar una gran actividad política. Lenin siempre enseñó que la política comienza donde las masas, millones de hombres, actúan. Por eso, Lenin exigía que los bolcheviques creasen formas organizativas que pudiesen abarcar esos millones y los elevasen al nivel de comprensión justa de lo que tenía lugar en el país.

Lenin hizo la primera caracterización amplia del Gobierno Provisional, en el “Borrador de las tesis del 17 de marzo de 1917“. Hablando sobre “el nuevo gobierno”, como un gobierno de imperialistas conscientes, destacó que este gobierno: “No puede dar a los pueblos de Rusia (ni a las naciones con las que la guerra nos unió), ni paz, ni pan, ni la completa libertad“. (14)

La característica individual de los negociadores políticos del Gobierno Provisional, fue hecha por Lenin, en Zurich, en el mensaje al proletariado internacional “La revolución en Rusia y las tareas de los obreros de todos los países“, y en el folleto “A los camaradas que sufren como prisioneros“. Lenin escribió sobre el Gobierno Provisional: “En él, los puestos principales pertenecen: al príncipe Lvov (gran terrateniente y el liberal más moderado), A. Guchkov (socio de Stolypin, quien, en su tiempo, aprobaba los tribunales de guerra contra los revolucionarios, Tereshchenko (el mayor vendedor de azúcar, millonario), Miliukov (siempre defendió y defiende, ahora, la guerra de rapiña, a la que nuestro país fue lanzado por el zar Nicolás con su pandilla). El “demócrata” Kerensky sólo fue invitado al nuevo gobierno con el fin de crear la apariencia de un gobierno “popular”, con el fin de tener un bocazas “democrático” que le diga al pueblo palabras altisonantes pero vacías, mientras que los Guchkov y los Lvov hacen una obra antipopular“. (15)

Lenin consideraba que la primera tarea de los bolcheviques era aclarar y desenmascarar, ante las grandes masas, la falsedad de todas las promesas del Gobierno Provisional, que no podía dejar de ser imperialista. Por esta razón, Lenin proclamó: “Ningún apoyo al Gobierno Provisional“.

Este requisito de Lenin sobre la desconfianza incondicional  del Gobierno Provisional, socavó radicalmente la posición semi-menchevique de Kamenev y de sus pocos partidarios, sobre el apoyo “condicional” al Gobierno Provisional.

Lenin prestó especial atención a los Soviets, creación revolucionaria de las masas obreras rusas.

Apoyándose en la experiencia de la primera revolución rusa, Lenin, en las materias de su libro “El Estado y la Revolución“, señaló la necesidad de reemplazar la vieja máquina del Estado y los Parlamentos por los Soviets de los diputados obreros y sus hombres de confianza.

Es verdad que, históricamente, las cosas se desarrollan de tal modo que, en los primeros días, la mayor parte de los Soviets estaban a favor del bloque de todos los elementos, pequeño-burgueses, oportunistas, que se entregaban a la influencia de la burguesía y transmitían esta influencia al proletariado. Por esta razón, Lenin exigió que, mientras el Partido Bolchevique se encontrase en minoría en los Soviets, se debía hacer una labor de crítica y aclaración de los errores de los Soviets y, al mismo tiempo, hacer propaganda de la necesidad de la transferencia de todo el poder del Estado a los Soviets.

En sus “Tesis de abril”, Lenin lanzó la consigna “Todo el poder para los Soviets“, pues los Soviets eran la única forma posible de gobierno revolucionario. Lenin dijo: “Pero mientras este gobierno sufra la influencia de la burguesía, será necesario que los bolcheviques expliquen paciente, sistemática y tenazmente los errores de táctica de los Soviets, adaptando su trabajo de aclaracion a las necesidades prácticas de las masas“.

Lenin tenía en cuenta el hecho de que, si el poder pasaba a los Soviets, aunque en manos de los mencheviques y social-revolucionarios, las masas, basándose en la propia experiencia, se desharía de sus errores e ilusiones.

Debido a la consigna bolchevique “Todo el poder para los Soviets“, los mencheviques, los socialrevolucionarios y los demócratas constitucionalistas trataron de presentar las cosas como si los bolcheviques quisiesen derrocar inmediatamente el Gobierno Provisional. Lenin explicó que eso no era de ninguna manera, una llamada a un violento golpe de Estado. Más bien, era necesario conseguir sistemáticamente que, a través de la reelección de los Soviets de diputados obreros y soldados, fuese creada tal mayoría en la dirección de los Soviets, que fuese provechosa para el pueblo y asegurase la modificación de la política de los Soviets en la dirección requerida y, de este modo, la modificación de la composición y de la política del Gobierno Provisional. La consigna “Todo el poder para los soviets“, en este periodo, como el camarada Stalin explicó en su obra “La Revolución de Octubre y la táctica de los comunistas rusos”, significaba “la ruptura del bloque de los mencheviques y los eseristas con los demócratas constitucionalistas, la formación de un gobierno soviético, integrado por mencheviques y eseristas (pues los Soviets estaban entonces en sus manos), la libertad de agitación para la oposición (es decir, para los bolcheviques) y libertad de lucha entre los partidos en el seno de los Soviets, con la esperanza de que esta lucha permitiría a los bolcheviques conquistar los Soviets y modificar la composición del gobierno soviético mediante un desarrollo pacífico de la revolución. Este plan no era, naturalmente, la dictadura del proletariado. Pero, sin duda alguna, facilitaba la preparación de las condiciones necesarias para asegurar la dictadura, pues al colocar en el Poder a los mencheviques y eseristas y al obligarles a poner en práctica su plataforma antirrevolucionaria, aceleraba el desenmascaramiento de la verdadera naturaleza de esos partidos, aceleraba su aislamiento, su separación de las masas“.(16)

Era una orientación en el sentido del desarrollo pacífico de la revolución.

En las “Tesis de abril“, Lenin expresó la brillante idea de que, en la Rusia revolucionaria, no debería ser establecida la República parlamentaria -pues sería un paso atrás, volver del Soviet de los diputados obreros a ella-, pero si una República de los Soviets de diputados obreros, soldados y campesinos de todo el país, de arriba a abajo.

Tres semanas antes de la aparición de las “Tesis de abril“, Lenin escribió: “La desilusión de las masas populares en el Gobierno Provisional, hace que se aproxime la hora de reemplazar este gobierno por el poder del Soviet de los diputados obreros“. (17)

Lenin aclaró: “La República de los Soviets no es sólo una organización de masas, sino también la organización general y total del pueblo armado, contra la cual ningún aparato estatal de la burguesía podrá resistir“.

Lenin convencía a los trabajadores de Rusia: “Juzgad vosotros mismos, ¿mantenerse en la guerra, mantenerse al dominio de los capitalistas en la tierra o conquistar la completa libertad y entregar el poder del Estado a las manos de los Soviets de los diputados obreros y Campesinos?“(18).

La deducción de Lenin sobre el paso de la República parlamentaria a la República de los Soviets, fue un extraordinario paso histórico hacia adelante en el campo de la teoría marxista y de la práctica revolucionaria. Antes de esto, los marxistas de todos los países, durante un largo período, consideraban que la República parlamentaria era la mejor forma política de transición al socialismo.

Partiendo de la experiencia de las dos revoluciones rusas, en el proceso de las cuales las masas crearon los Soviets, Lenin propuso que la República democrática parlamentaria fuese reemplazada por la República de los Soviets como la forma más conveniente de organización política de la sociedad en el periodo de transición del capitalismo al socialismo.

Lenin descubrió que los Soviets son la forma estatal de la dictadura del proletariado. Este descubrimiento fue un gran aporte para el tesoro de la teoría marxista. Lenin, como verdadero, auténtico marxista, que impulsa hacia delante la teoría, combina la práctica con la teoría, no temió atentar contra un dogma que se había arraigado, que había pasado de época y que, en la situación histórica, formada concretamente en la primavera 1917, sólo podía ser perjudicial.

El camarada Stalin dijo: “¿Qué habría sido del Partido, de nuestra revolución, del marxismo, si Lenin hubiese se hubiera plegado a la letra del marxismo, en vez de decidirse a sustituir una de sus viejas tesis, formulada por Engels, por la nueva tesis de la República de los Soviets, que era la que correspondía a la nueva situación histórica? El Partido hubiera vagado en las tinieblas, los Soviets habrían sido desorganizado, no tendríamos hoy un poder soviético y la teoría marxista habría sufrido un serio descalabro. Con ello, habría salido perdiendo el proletariado y habrían salido ganando sus enemigos“.(19)

La demanda de Lenin -sustituir la República parlamentaria por la República de los Soviets- se convirtió en la consigna de lucha para las grandes masas del pueblo ruso y, al mismo tiempo, para los demás pueblos de Rusia.

Los Soviets fueron la única forma política que podría lograr la liberación, económica y política del proletariado.

En la lucha histórica contra la burguesía, el proletariado sólo podía triunfar en una alianza con el campesinado más pobre. Por eso, Lenin determinó así las tareas del Partido Bolchevique en los campos: la nacionalización de todas las tierras del país, con la confiscación de las tierras de los grandes terratenientes y la creación de establecimientos modelo en las grandes zonas rurales bajo el control de diputados obreros agrícolas y por cuenta de la sociedad.

En la quinta “Carta desde lejos“, Lenin declaró:

En Rusia, la victoria del proletariado es realizable en el futuro más inmediato, sólo con la condición de que en su primer paso los obreros tengan el apoyo de la inmensa mayoría del campesinado, en su lucha por la confiscación de toda la tierra de los propietarios… y la nacionalización de toda la tierra“.(20)

Para llevar a las masas de millones de campesinos a la realización de esta gran obra histórica, era necesaria una organización especial de clase en los campos, los Soviets de los diputados obreros agrícolas. Lenin dijo que no sólo los trabajadores agrícolas, sino también los campesinos pobres y los más pobres, deberían organizarse separadamente de los campesinos ricos y, especialmente de los kulaks, en Soviets especiales.

El programa económico de los bolcheviques, formulado por Lenin en las “Tesis de abril“, también preveía la fusión inmediata de todos los bancos del país en un único banco general de la nación, controlado por los Soviets. La idea de Lenin era minar la base económica de la burguesía y orientar la actividad de los bancos a los intereses de las masas trabajadoras, en nombre de la revolución socialista. Lenin declaró que los bolcheviques no debían establecer como tarea inmediata la “introducción” del socialismo, y si, solamente, pasar de inmediato al control de los Soviets de los diputados obreros sobre la producción y la distribución de los  productos.

La idea del control de la producción y distribución de los productos era apreciada por los obreros y comprensible para ellos. Hablando en la tercera “Carta desde lejos” sobre la tarea de la mejora de la vida, sobre el pan, sobre la botella de buena leche para los niños, sobre los palacios y ricos apartamentos para las personas sin hogar, Lenin advirtió que tales medidas todavía no representan el socialismo, ya que se refieren únicamente al consumo, y no a la reorganización de la producción. Estas medidas son transitorias en el camino para la segunda etapa de la revolución, para el establecimiento de la dictadura del proletariado.

Lenin aclaró que los obreros, soldados y campesinos, mejor que los funcionarios públicos, mejor que la policía, resuelven las cuestiones prácticas y difíciles del refuerzo de la producción de pan, de su mejor distribución, del mejor suministro a los soldados, etc. Por cierto, Lenin expresó la más profunda convicción de que los Soviets, mejor y más rapidamente que la República parlamentaria, impulsionarían la libre iniciativa de las masas populares y, más práctica y fielmente, resolverían cómo se puede avanzar y qué pasos dar al socialismo .

En las “Tesis de abril“, Lenin dio gran importancia a los problemas de la construcción del Partido.

Propuso que, en la parte teórica del programa máximo, fuesen introducidas secciones especiales sobre la actitud hacia el Estado y la reivindicación del “Estado-Comuna”. En cuanto al programa mínimo, debería ser corregido, teniendo en cuenta la experiencia de la revolución democrático-burguesa, que había sido realizada.

Aún más: el Partido se llamaba Partido Obrero Socialdemócrata Ruso (bolchevique). Pero este nombre no reflejaba los objetivos a los que el Partido aspiraba. La verdadera denominación del Partido Bolchevique debería ser científica, debería corresponder a las tareas y a los objetivos que él ponía en primer lugar, es decir, la victoria del comunismo. Y Lenin propuso que el Partido se pasase a llamar Partido Comunista.

En diciembre de 1919, en el informe sobre los sábados comunistas, en el Congreso del Partido, de la ciudad de Moscú, Lenin habló especialmente de la causa principal que lo había llevado a proponer, en las “Tesis de abril”, el cambio de nombre del Partido.

Dijo: “La razón principal fue el deseo de separarse, de la manera más categórica, del socialismo de la II Internacional, dominante en Europa, con el fin de demostrar que el viejo socialismo podrido estaba muerto. Con este objetivo principal, fue lanzada la idea de la nueva denominación del Partido, y más aún, desde el punto de vista puramente teórico, la denominación “social-demócrata” era errónea desde hacía mucho tiempo. En los años 40 del siglo XIX, esta denominación fue adoptada por el Partido del reformismo socialista pequeño-burgués, y no por el Partido del proletariado revolucionario“.

Finalmente, Lenin puso ante los bolcheviques rusos la tarea de hacerse cargo de la iniciativa de crear una nueva Internacional, la III Internacional, la Internacional Comunista, libre del oportunismo, del socialchovinismo. La realización de esta tarea fue elaborada por la lucha implacable e irreconciliable de los bolcheviques en el ámbito internacional, la lucha por la ruptura decidida con el oportunismo y, de esta forma, por la verdadera unidad del movimiento revolucionario internacional.

Lenin concentró en las “Tesis de abril” toda la inmensa experiencia del Partido Bolchevique y desarrolló las geniales ideas sobre la guerra y la revolución. No dejó sin respuesta una sola cuestión del período de transición y, a la luz de la teoría marxista, iluminó claramente la situación extremadamente compleja, variada y contradictoria de la Rusia revolucionaria.

El camarada Stalin dijo: “Las “Tesis de Abril” de Lenin trazaban un plan genial de lucha del Partido para el paso de la primera a la segunda etapa de la revolución, para el paso de la revolución dmocráticoburguesa a la revolución socialista. Toda la historia anterior del Partido le preparaba para esta misión grandiosa. Ya en 1905, en su folleto titulado “Las dos tácticas de la socialdemocracia en la revolución democrática”, decía Lenin que, después de derrotar al zarismo, el proletariado pasaría a la realización de la revolución socialista. Lo que las Tesis contenían de nuevo era la fundamentación teórica, el plan concreto para abordar el paso a la revolución socialista“.

El camino indicado por Lenin en las “Tesis de abril”, llevó a los trabajadores de nuestro país, dirigidos por el Partido Bolchevique, a la victoria de la Gran Revolución Socialista de Octubre, la creación del Estado socialista soviético.

 

 

Abriendo el camino al Socialismo

 

Las “Tesis de abril” se convirtieron en bandera para todas las organizaciones del Partido, para todo el Partido. Demostraron ser una fuerza extraordinaria que se apoderaba cada vez más y más de las masas y las dirigía, bajo la dirección de los bolcheviques, a realizar la revolución socialista. Las “Tesis de abril” llevaron a la revolución a un grado superior y ayudaron al Partido a conquistar ideológicamente, por su parte, a las inmensas masas de obreros y soldados. Pero no fue un trabajo fácil, más aún, cuando entonces, en el seno de las amplias capas del pueblo trabajador, dominaban el estado de espíritu amable, la borrachera de la revolución, y se combinaban con la despreocupación y la falta de vigilancia política.

Las “Tesis de abril“, de Lenin, provocaban furiosos alaridos en el seno de la burguesía, de los mencheviques y socialrevolucionarios. Todos los agentes pequeño-burgueses se desataron contra Lenin, contra los bolcheviques, que llamaban a las masas a la vigilancia revolucionaria, preparaban el ejército político para las próximas batallas decisivas de clase. Rusia debería salir de estas batallas, como un nuevo país del socialismo. Los conciliadores vociferaban, diciendo que Lenin había desplegado la bandera de la guerra civil en el seno de la democracia revolucionaria. Los mencheviques llegaron incluso a hacer un llamamiento a los obreros, que comenzaba advirtiéndoles de que la revolución estaba en peligro y, según sus palabras, el peligro consistía en que los bolcheviques habían lanzado la consigna de “Todo el poder a los Soviets“.

Plejánov, que había tomado una actitud menchevique defensista-imperialista, calificó el discurso de Lenin de un “sueño-farsa”, un discurso “delirante”.

En respuesta a los mencheviques y, en particular, a Plejanov, Lenin escribió al final de las “Tesis de abril“: “Yo las calificaría así, expresiones” delirantes”, si decenas de años de lucha política no me hubiesen enseñado a considerar la buena fe de los opositores como una rara excepción“. (21)

Lenin había pasado por la severa escuela de la lucha política y conocía muy bien el verdadero valor de sus adversarios.

 

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Como parte del coro de la burguesía contrarrevolucionaria, de los mencheviques y socialrevolucionarios que se lanzaron contra el programa concreto leninista, que guiaba al Partido hacia la revolución socialista, también intervinieron los enemigos del bolcheviques, Kamenev, Rykov, Piatakov y su pocos partidarios, degenerados y capituladores. Algunos de ellos llegaron incluso a tratar de ocultar las “Tesis de abril” a las masas del Partido. Sin embargo, no lo consiguieron.

No fueron, solamente, la burguesía rusa y los oportunistas rusos los que se lanzaron, entonces, contra Lenin, contra los bolcheviques. Toda la burguesía internacional y sus agentes los apoyaron enérgicamente. El periódico “Temps“, órgano de la gran burguesía francesa, órgano oficial del gobierno francés, revelando la verdad de sus pensamientos secretos, escribió el 22 de abril 1917: “Los periódicos de todas las tendencias, incluso del ala extrema izquierda, se colocaron unanimimente en contra de la posición del socialista Lenin, cuya influencia está perdida irrevocablemente“.

El periódico inglés “Daily Telegraph“, afirmó: “Lenin se ha quedado, totalmente, sin simpatizantes“.

Los enemigos del bolchevismo, rusos e internacionales, se engañaban. El camarada Stalin, en su discurso de bienvenida a los trabajadores de las escuelas superiores, en mayo de 1938, dijo: “Recuerdo 1917. Sobre la base del análisis científico del desarrollo social de Rusia, sobre la base de un análisis científico de la situación internacional, Lenin llegó, entonces, a la deducción de que la única salida de la situación era la victoria del socialismo en Rusia. Era una deducción más que inesperada para muchos hombres de ciencia de la época. Plejánov, uno de los más notables hombres de ciencia, habló entonces, con desprecio, de Lenin, afirmando que Lenin estaba “delirando”. Otros hombres de ciencia, no menos conocidos, afirmaban que “Lenin perdió el juicio”, y que había que encerrarlo, no importa dónde, pero muy lejos. Cualquier hombre de ciencia estaba entonces contra Lenin como contra un hombre que destruía la ciencia. Pero Lenin no temía ir contracorriente, contra la rutina. Y Lenin triunfó“.(22)

En torno a Lenin se congregó todo el Partido Bolchevique. Estaba dispuesto a luchar por las “Tesis de abril“, por todo su glorioso pasado, por toda la actividad del Buró del Comité Central del Partido en Rusia, teniendo al frente a los camaradas Stalin, Molotov y otros. Las tesis de Lenin conquistaron las organizaciones del Partido, una tras otra, en Petrogrado, en Moscú y en toda Rusia. Dos días después, el 10 de abril, fueron aprobadas por el Comité de la área de Vassili Ostrov y por las organizaciones del Partido en otras áreas de Petrogrado. El 14 de abril se celebró la Conferencia de los bolcheviques de Petrogrado, que aprobó las tesis y las colocó en la base de su trabajo.

Las tesis de Lenin fueron aceptadas calurosamente por las organizaciones del Partido en las numerosas usinas de Moscú, Samara, los Urales y en otras áreas y ciudades.

El 24 de abril, se produjo la VII Conferencia de toda Rusia, la Conferencia de abril, que, como base de su trabajo, puso las “Tesis de abril“, de Lenin, que se convirtieron en el programa de la lucha de los bolcheviques por la revolución socialista .

Inagurando la Conferencia, Lenin, en un breve discurso, señaló que el gran honor de iniciar la revolución caía en el proletariado ruso. En sus informes en la conferencia, Lenin desarrolló las ideas que él había formulado en las “Tesis de abril“.

Contra Lenin hablaron Kamenev y Rykov en la conferencia. A remolque de los mencheviques, repitieron que Rusia no estaba madura para la revolución socialista y que, en Rusia, sólo era posible la revolución burguesa. Ellos proponían “controlar” el Gobierno Provisional. En esencia, era la posición menchevique que consistía en mantener el poder de la burguesía.

El camarada Stalin, defendiendo resueltamente la línea leninista manifestada en las “Tesis de abril“, desenmascaró la línea anti-leninista, conciliadora, de Kamenev, Rykov y de sus partidarios. Lenin condenó la posición de Zinoviev, que estaba en contra de la creación de la nueva Internacional, la Internacional Comunista. Lenin caracterizó la táctica de Zinoviev como “archioportunista y perjudicial“.

En la Conferencia de abril, el camarada Stalin hizo un informe sobre la cuestión nacional. Este informe tuvo una inmensa importancia para el Partido, para la revolución. En él, Stalin desarrolló la línea marxista-leninista consecuente en la cuestión nacional. Fundamentó la política nacional bolchevique, defendiendo, en la lucha contra los oportunistas del tipo Bujarin y Piatakov, el derecho de las naciones a la autodeterminación, yendo a la separación y formación de estados independientes.

La Conferencia de abril, aprobando las “Tesis de abril” de Lenin, celebrando la posición leninista-stalinista sobre la cuestión nacional, guió al partido en la lucha a favor de la victoria de la revolución socialista.

Las “Tesis de abril” fueron una notable encarnación creadora del marxismo-leninismo en la política del Partido Bolchevique, en las acciones revolucionarias de las masas populares dirigidas sabiamente por el glorioso Partido de Lenin y Stalin. Estas tesis son un modelo clásico del genio creador de Lenin, una valiosa contribución al tesoro del marxismo-leninismo.

Incluso cuando estaba emigrado en Suiza, Lenin escribió: “Todas las naciones llegaran al socialismo, eso es inevitable, pero no llegaran de la misma manera; cada una de ellas aportara sus elementos peculiares a una u otra forma de la democracia, a una u otra variante de la dictadura del proletariado, a uno u otro ritmo de las transformaciones socialistas de los diversos aspectos de la vida social. No hay nada mas mezquino en el aspecto teorico ni mas ridiculo en el aspecto practico que, “en nombre del materialismo
historico”, imaginarse el futuro en este terreno pintado de un uniforme color grisaceo: eso no seria mas que un pintarrajo“.( 23)

Rusia fue el primer país del mundo que allanó el camino al socialismo. Ahora que el aplastamiento de los focos principales del fascismo condujo a un amplio desarrollo del movimiento democrático en todo el mundo, muchos pueblos de Europa, después de la guerra, no queriendo vivir como antes, tomaron el destino de sus estados, crearon nuevos regímenes democráticos. La cuestión del socialismo está en la agenda de muchos países europeos. Actualmente, resuenan con una nueva fuerza las profundas “Tesis de abril” y las magníficas palabras de Lenin sobre la originalidad, el carácter sui generis de las vías del desarrollo de la democracia y del socialismo en los diferentes países.

Durante los años del poder soviético, bajo la sabia dirección del Partido de Lenin y Stalin, fue construido el nuevo estado socialista verdaderamente popular que resistió las pruebas extraordinarias y demostró su fuerza invencible y su vitalidad. Defendiendo, como a la niña de sus ojos, el poder soviético, nuestro gran pueblo soviético, dirigidos por su líder y maestro, el camarada Stalin, marcha firmemente a la victoria completa del comunismo.

 

 

Notas:

(1) V. I. Lenin, “Obras Completas“, tomo XX, p. 18 – Edición Rusa – Moscú.

(2) V. I. Lenin, “Obras Completas“, tomo XX, p. 19 – Edición Rusa – Moscú.

(3) V. I. Lenin, “Obras Completas“, tomo XX, p. 70 – Edición Rusa – Moscú.

(4) J. Stalin – “Obras“, pg. 1, Tomo III, Edición rusa – Moscú.

(5) J. Stalin – “Obras“, pg. 2, Tomo III, Edición rusa – Moscú.

(6) J. Stalin – “Obras“, pg. 2, Tomo III, Edición rusa – Moscú.

(7) “En los caminos de Octubre” – “Artículos y Discursos“, pg. 9, Edición rusa – Moscú, 1925.

(8) V. Molotov – “Lenin y el Partido durante la Revolución“, pg. 4, Edición rusa – Moscú, 1924.

(9) V. Molotov – “Lenin y el Partido durante la Revolución“, pg. 4, Edición rusa – Moscú, 1924.

(10) V. I. Lenin, “Obras Completas“, tomo XIX, p. 199 – Edición Rusa – Moscú.

(11) V. I. Lenin, “Obras Completas“, tomo XVIII, p. 313 – Edición Rusa – Moscú.

(12) V. I. Lenin, “Obras Completas“, tomo XX, p. 100 – Edición Rusa – Moscú.

(13) V. I. Lenin, “Obras Completas“, tomo XX, p. 32 – Edición Rusa – Moscú.

(14) V. I. Lenin, “Obras Completas“, tomo XX, p. 9 y 10 – Edición Rusa – Moscú.

(15) V. I. Lenin, “Obras de 1917“, pg. 75,  – Edición Rusa – Moscú.

(16) J. Stalin, “Cuestiones del Leninismo“, pág. 121, Ediciones en Lenguas Extranjeras, Moscú.

(17) V. I. Lenin, “Obras Completas“, tomo XX, p. 40 – Edición Rusa – Moscú.

(18) V. I. Lenin, “Obras Completas“, tomo XX, p. 45 – Edición Rusa – Moscú.

(19) J. Stalin, “Historia del Partido Comunista (bolchevique) de la URSS“, p 142, Rio

(20) V. I. Lenin, “Obras Completas“, tomo XX, p. 46 – Edición Rusa – Moscú.

(21) V. I. Lenin, “Obras Completas“, tomo XX, p. 90 – Edición Rusa – Moscú.

(22) J. Stalin, “Sobre Lenin“, p. 84 – Edición Rusa – Moscú, 1940.

(23) V. I. Lenin, “Obras Completas“, tomo XIX, p. 203 – Edición Rusa – Moscú.

 

 

Por B. M. Volin

 

 

Traducido por “Cultura Proletaria” de la revista “Problemas”, nº25, Marzo-Abril de 1950

Fuentes:

Las “Tesis de abril” de Lenin

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