El reclutamiento más barato de la Guerra Fría

Jorge Wejebe Cobo

El  oficial del contraespionaje de la  KGB, Yuri Ivanovich  Nosenko,  fue enviado a Ginebra, Suiza, en  febrero de 1962 como parte de una delegación oficial de su país, pero se deslumbró  tanto por la vida nocturna de esa ciudad que terminó en la cama de una prostituta de lujo, quien le cobró en demasía sus servicios al robarle todos los dólares destinados al trabajo secreto y todavía resulta un misterio si la mujer actuó por propia iniciativa o fue puesta en el camino del bisoño funcionario por algún servicio de inteligencia occidental.

Lo cierto es que la mujer lo abandonó  en un hotel, aletargado por un litro de vodka y metido en un problema lo suficientemente grave para él como para que olvidara su lealtad a la patria y ante la perspectiva de pasar los mejores años de su vida en una cárcel en la Siberia, tocó la puerta de la CIA en Suiza para  brindar sus servicios como espía a cambio de los 900 dólares perdidos y así la Agencia realizó uno de los reclutamientos más baratos de la Guerra Fría.

Nosenko se presentó a los norteamericanos como supuesto teniente coronel y aportó cuanto secreto conoció del funcionamiento del servicio secreto soviético, de sus operaciones de contraespionaje en su territorio y en el exterior, reveló cientos de contactos de la inteligencia de su país y acerca de decenas de micrófonos ocultos aplicados en la embajada estadounidense en Moscú.

Regresó a Ginebra acompañando otra delegación en febrero de 1964, pero esta vez convenció a la CIA de que estaba en peligro y huyó a los EE.UU. bajo la protección de sus secretos empleadores.

Angleton, el caza espías

Para ese año era jefe de la contrainteligencia de la Agencia y responsable de  decidir el destino  del desertor, James Jesus Angleton, un capacitado investigador que tenía nublado su talento por una paranoia clínica que lo hacía ver agentes de la KGB hasta en el cartero de su barrio, obsesión que se inició cuando su maestro y admirado amigo de los años de labor en Londres durante la Segunda Guerra Mundial, el inglés Kim Phillby, del servicio secreto inglés MI-6, resultó ser coronel de la KGB .

Probablemente este jefe de la CIA no hubiera dedicado mucho tiempo a Nosenko porque se encontraba en 1964  involucrado en el mayor enigma de la historia de EEUU, el asesinato del presidente John F. Kennedy ocurrida el 22 de noviembre de 1963 en Dallas, Texas, y que era investigado por la Comisión Warren para la cual trabajó Angleton bajo la supervisión de Allen Dulles, ex director de la CIA.

Pero el desertor terminó peligrosamente autoimplicándose en el centro de los acontecimientos, al brindar información de gran importancia pero muy incómoda sobre el presunto y único sospechoso del magnicidio Lee Harvey Oswald, quizás esperando mayor notoriedad y un mejor destino en EE.UU. o movido por un sentido de objetividad a pesar de su difícil situación.

Hombre de la CIA o magnicida

Lee Harvey Oswald, el presunto asesino callado para siempre dos días después de los hechos y negando su participación en el atentado, sirvió como operador de radar en los años de 1956 a 1959 en una base ultra secreta  de la CIA en Japón de donde partían   los aviones de espionaje U-2  que hacían vuelos a China y la URSS, pero después de licenciarse en 1959  manifiestó una repentina simpatía por los soviéticos y Cuba .

Residio en la URSS desde 1952 hasta 1959 y de esa nación regreso  con una  esposa rusa, arrpentido del comunismo y una extraña ambivalencia al relacionarse con organizaciones contrarrevolucionarias cubanas en Nueva Orleans y participar en manifestaciones a favor de la Isla, en las cuales trataba de llamar la atenci{on de la prensa.

A pesar de esos antecedentes no fue molestado por el FBI, ni la CIA, ni antes, ni después e  intentó viajar a Cuba por Méjico en 1963, pero la sede consular cubana  le negó el permiso por resultar sospechoso.

El ex marine presentaba todas las condiciones de ser la construcción de un “•hombre de paja” para ocultar los verdaderos autores del magnicidio.

Desde su detención se divulgó la matriz de opinión de funcionarios y prensa estadounidenses de que es un simpatizante comunista que asesinó a su presidente en complicidad con la URSS y Cuba.

Nosenko entonces aportó una información que defiere radicalmente de esa teoría y explicó a sus interrogadores que  estudió el expediente de Oswald en la KGB y que éste fue desechado por ese servicio como agente por su gran inestabilidad emocional  y  desarreglos siquiátricos y exonera a su país del hecho.

La bandera al final

Por sus declaraciones Nosenko  fue privado de su libertad y  enviado auna cárcel ilegal de la CIA en EE.UU., desde 1964 y hasta 1967 por indicación de Angleton.

Durante su internamiento fue sometido a torturas físicas y sicológicas que incluyeron hasta violaciones de su integridad moral y abusos sexuales con la utilización de drogas, métodos que prefiguraron las que se aplican por la CIA en la llamada guerra contra el terrorismo, para que  cambiara su declaración y reconociera su condición de doble agente y revelara la supuesta conspiración soviético-cubana  que obligaría a la administración norteamericana a un curso de acción extremo.

Con su salud seriamente afectada,fue liberado en 1967 y al parecer mantuvo sus opiniones iníciales. Le entregaron  80 mil dólares, una identidad falsa y fue enviado a pasar el resto de su vida en algún lugar del sur de Estados Unidos.

En 1976 fue establecido un Comité Selecto de la Cámara para investigar nuevamente  los asesinatos de John F. Kennedy y de Martin Luther King Jr. y en 1978 concluyó basándose en las pruebas disponibles, que el presidente  Kennedy fue probablemente asesinado como resultado de una conspiración, pero sin aportar pruebas concluyentes.

Actualmente una gran parte de los norteamericanos opina que detrás del crimen  estuvieron los grupos de la CIA, la contrarrevolución cubana y la mafia, principalmente Allan Dulles, el cual no escondía su resentimiento con el mandatario por haberlo sustituido al frente de la Agencia después del fracaso de la invasión de Playa Girón.

El 29 de agosto de 2008 falleció Yuri Ivanovich Nosenko a los 81 años, todavía  bajo el anonimato y en un lugar no revelado en EE.UU., sin publicitarse  la causa de su muerte. Poco antes, según el diario New York Times , altos funcionarios de la CIA le entregaron una bandera norteamericana y una carta de Michael V. Hayden, director entonces de la CIA, dándole las gracias por su servicio y ofreciéndole una disculpa final por la manera en la que fue tratado.

Pero la muerte no lo puso a salvo de las más diversas teorías de conspiración y hoy su actuación es valorada dentro de los más disimiles argumentos que lo ubican entre ser un verdadero desertor y otros que siguen la vieja acusación de ser un doble agente. Aunque ya casi nadie es partidario de la estrafalaria inculpación contra Cuba y la antigua URSS

Notas.

http://www.portierramaryaire.com/foro/viewtopic.php?f=10&t=1562&p=7459

http://mcadams.posc.mu.edu/russ/jfkinfo/jfk8/hscanpol.htm

https://en.wikipedia.org/wiki/Yuri_Nosenko

http://philologos.org/guide/books/golitsyn.anatoliy.1.htm

http://www.ecured.cu/KGB

Legado de Cenizas. La Histroria de la CIA. Tim Weiner Ramdom House.

Barcelona.España

Fuentes:

http://razonesdecuba.cubadebate.cu/articulos/el-reclutamiento-mas-barato-de-la-guerra-fria-2/

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