En vista de sus declaraciones anticomunistas, durante el período 1938-1940, Trotski y los pequeños grupos de sus acólitos se habían convertido en provocadores, conscientes y inconscientes, al servicio de los nazis. Pero ellos no pudieron ejercer la más mínima influencia en el desarrollo de los combates. Gracias a un esfuerzo gigantesco en la organización y movilización de la población, del Ejército Rojo y los grupos de guerrilleros, gracias a los esfuerzos sobrehumanos en el campo de producción militar y la construcción de nuevas fábricas, los bolcheviques fueron capaces de preparar al país eficazmente para una confrontación ineluctable contra los criminales nazis.
Ludo Martens