Nosotros no fuimos nunca fanáticos de la democracia formal, significa lo siguiente: siempre hemos distinguido el contenido social de la forma política de la democracia burguesa, siempre supimos develar la semilla amarga de la desigualdad de la sujeción social que se oculta dentro de la dulce cáscara de la igualdad y de la libertad formales, no para rechazarlas, sino para incitar a la clase obrera a no limitarse a la envoltura, a conquistar el poder político para llenarlo con un nuevo contenido social. La misión histórica del proletariado, una vez llegado al poder, es crear en lugar de una democracia burguesa una democracia socialista y no abolir toda democracia.
Rosa Luxemburgo