Lo que importa no es quién defiende directamente cierta política, ya que en el noble sistema moderno del capitalismo todo ricacho podrá siempre “contratar” o comprar, o bien utilizar, para defender cualesquiera ideas, a cualquier número de abogados, escritores e incluso diputados, catedráticos, curas, etc. Vivimos en la era del comercio, en la que la burguesía no siente escrúpulos por traficar ni aun con el honor y la conciencia. Y hay también incautos que, por irreflexión o por la fuerza de la costumbre, defienden las ideas predominantes en ciertos medios burgueses. No, en política no importa tanto quién sostiene directamente determinadas ideas. Lo que importa es a quién benefician esas ideas, esas propuestas o medidas.
Lenin