Los revisionistas, en particular los eurocomunistas, no son los primeros en atacar el marxismo-leninismo y en lanzarle los mayores anatemas. La reacción burguesa y los imperialistas han asesinado, torturado y arrojado a las mazmorras a miles y cientos de milesde comunistas y combatientes de la revolución que habían abrazado las ideas del marxismo-leninismo y luchaban por la liberación del proletariado y de los pueblos. Los fascistas han quemado en plazas públicas los libros de Marx, Engels, Lenin y Stalin, y todavía en muchos países son pasados por las armas aquellos que son descubiertos con esos libros, musitando con admiración y esperanza sus nombres. No hay biblioteca que pueda dar cabida a tantos libros, revistas, periódicos y demás publicaciones que atacan el marxismo-leninismo; ningún cálculo ni suposición puede dar una idea exacta de la intensidad y amplitud de la propaganda anticomunista del imperialismo. Pese a todo esto, el marxismo-leninismo no ha desaparecido. Vive y florece como ideología y como realidad, materializado en el sistema social socialista erigido según sus enseñanzas.
Enver Hoxha