La concienciación del pueblo es un proceso colectivo dado a través de prácticas parciales; y el intentar dicha concienciación a través únicamente de cursillos los fines de semana es una idea digna de una socialdemocracia tan prudente que es fácil ver debajo de esa prudencia un miedo insuperable y una auto justificación perfecta […] Y aquél que no quiere arriesgarse a nada es que nada quiere hacer por su pueblo y por tanto, está apoyando al opresor.
Argala