Hay, pues, una práctica diaria de esa opción comunista que consiste en desarrollar nuestra propia cultura dentro de la libertad y la fraternidad. Pero hay algo más: la existencia del poder de las clases dominantes. La opción comunista obliga también a la práctica diaria de la lucha de clases, en las fábricas, en las ciudades y los campos, en la lucha ideológica y en la lucha armada.
Argala