Un partido de la clase obrera que no prevé momentos candentes de choques y enfrentamientos con las fuerzas de la burguesía capitalista, no es un partido verdaderamente revolucionario. Para este partido, el principio teórico de que el Poder no puede arrebatarse a la burguesía si no es con violencia, con lucha y sacrificios no pasa de ser por si sola una frase huera, un slogan. Los momentos álgidos de la lucha son inevitables y, en estos momentos, no bastan únicamente las bases de la propaganda legal. En estos momentos el partido comunista debe disponer también de sus bases de combate, haber creado sus fuerzas de choque, haber asegurado retaguardias y haberlas dotado de los medios políticos, ideológicos y materiales necesarios. Las futuras acciones requerirán sacrificios, habrá personas que se verán golpeadas, que caerán y otras que serán encarceladas, por eso es preciso trabajar para que en torno al partido se cree una gran masa de hombres fieles y de revolucionarios resueltos, que escuchen al partido y se lancen con él a acciones revolucionarias.
Enver Hoxha