Las corrientes burguesas más importantes que Stalin tuvo que combatir en el curso de los años veinte y treinta fueron el trotskismo (menchevismo camuflado por una palabrería ultra-izquierdista), el bujarinismo (desviación socialdemócrata), la tendencia bonapartista (orientación militarista en el seno del ejército) y el nacionalismo burgués.
Ludo Martens