Cada vez que pensemos en el Che tratemos de ser como él y de hacer que reviva el hombre, el combatiente, y, sobre todo, cada vez que tengamos la idea de actuar como él pensemos en la abnegación, rechazando los bienes burgueses que pretenden enajenarnos, al rechazar también las comodidades; no olvidemos la educación y la disciplina rigurosa de la ética revolucionaria: cada vez que tratemos de actuar así vamos a servir mejor a las ideas del Che, las difundiremos mejor.
Thomas Sankara