Una sociedad en la que haya calado una profunda cultura democrática y antifascista es el mejor antídoto para que en una crisis como la que vivimos no vuelvan los de antes. Porque hechos así no se pueden olvidar, los muertos siguen hablando desde las cunetas, el miedo sigue metido entre los supervivientes de toda aquella masacre.
Gerardo Iglesias