Martín Álvarez
Durante la Guerra de Vietnam, el Vietcong desplegó una estrategia subterránea que resultaría decisiva en su lucha contra las fuerzas estadounidenses: la construcción de una vasta red de túneles.
Estos pasadizos no solo ofrecieron ventajas tácticas, sino que también simbolizaron la resistencia y determinación del pueblo vietnamita en su lucha antiimperialista. Más allá de su funcionalidad militar, los túneles reflejan la capacidad de adaptación de un pueblo que resistió a una de las potencias militares más grandes de la historia.
LA RED DE CU CHI: INGENIERÍA DE LA RESISTENCIA
En la región de Cu Chi, ubicada al noroeste de Saigón -actual Ciudad Ho Chi Minh-, se encontraba una de las redes de túneles más intrincadas y extensas construidas por el Vietcong.
Este sistema alcanzó más de 250 kilómetros de longitud y fue excavado a profundidades de entre 3 y 12 metros. Los túneles no solo servían como pasadizos, sino también como hospitales, almacenes de armas, centros de comando e, incluso, áreas de descanso. Diseñados para resistir bombardeos y operaciones terrestres, los túneles representaban una herramienta táctica vital para el Vietcong, que podía moverse con sigilo, lanzar ataques sorpresa y desaparecer de manera fulminante bajo tierra.
La complejidad de estos túneles era sorprendente: contaban con múltiples niveles, entradas camufladas y sistemas de ventilación diseñados para pasar desapercibidos incluso bajo intensos ataques. Este diseño no solo les permitía sobrevivir, sino también mantener su capacidad ofensiva en condiciones extremas.
UNA VIDA EN LAS PROFUNDIDADES: SOBREVIVENCIA Y ADAPTACIÓN
La vida en los túneles no estaba exenta de dificultades. Las condiciones insalubres eran la norma: escasez de aire fresco, humedad constante, infestación de insectos y el riesgo de enfermedades eran problemas diarios para los combatientes. Sin embargo, estos espacios se convirtieron en una segunda casa para miles de guerrilleros que vivían y luchaban bajo tierra.
A pesar de estas condiciones adversas, los guerrilleros lograron construir una vida funcional en los túneles. Se habilitaron cocinas subterráneas con sistemas de ventilación ingeniosamente camuflados, lo que permitía cocinar sin revelar su posición a los aviones de reconocimiento. Además, los túneles albergaban hospitales improvisados para atender a los heridos, mostrando la capacidad de adaptación y el ingenio del Vietcong.
TESTIMONIOS: LA VIDA EN LOS TÚNELES
Los relatos de quienes vivieron o combatieron en estos túneles subterráneos dan una idea de las condiciones extremas que enfrentaron. Madeleine Riffaud, periodista francesa y miembro de la Resistencia en su país, convivió durante tres meses con los guerrilleros del Vietcong en los túneles del sur de Vietnam. En sus escritos, destacó la moral alta y el compromiso inquebrantable de estos combatientes, quienes, a pesar de las adversidades, mantenían una firme determinación en su lucha.
Por otro lado, las «Ratas de Túnel», soldados estadounidenses entrenados para explorar y neutralizar estas redes subterráneas, ofrecieron relatos que evidencian la magnitud del desafío que representaban los túneles. El sargento Ronald A. Payne describió su experiencia como aterradora: armado únicamente con una linterna, una pistola y una bayoneta, debía enfrentarse a trampas explosivas, emboscadas y combates cuerpo a cuerpo en un entorno estrecho y sofocante. Estas misiones eran extremadamente peligrosas y psicológicamente agotadoras.
Los soldados enfrentaban trampas explosivas, condiciones claustrofóbicas, aire viciado y ataques sorpresivos del Vietcong. Estas unidades especializadas estaban integradas por soldados de menor complexión física, capacitados para desplazarse en los angostos pasadizos
El teniente coronel Robert Haldane, quien participó en la operación Crimp en 1966, relató su asombro al descubrir la magnitud y complejidad de los túneles de Cu Chi. A pesar de los intensos bombardeos y las operaciones de búsqueda, las fuerzas estadounidenses rara vez lograban neutralizar completamente esta infraestructura subterránea. Los guerrilleros vietnamitas emergían, atacaban y se replegaban bajo tierra, lo que mantenía a las tropas norteamericanas en un constante estado de alerta y frustración.
Los túneles estaban diseñados para dificultar su destrucción: contaban con múltiples niveles, salidas camufladas y la capacidad de ser reconstruidos rápidamente tras los ataques. Este ingenio convirtió a los túneles en un elemento clave de la estrategia de resistencia vietnamita.
IMPACTO ESTRATÉGICO Y LEGADO HISTÓRICO
La red de túneles de Cu Chi jugó un papel crucial en operaciones como la Ofensiva del Tet en 1968. Gracias a estos pasadizos, el Vietcong pudo lanzar ataques coordinados y replegarse de manera segura, desorientando a las fuerzas estadounidenses y demostrando la eficacia de las tácticas de guerrilla.
Además de su funcionalidad militar, los túneles se convirtieron en un símbolo de la resistencia antiimperialista del pueblo vietnamita frente a una potencia militar infinitamente superior. Su existencia mostró al mundo la capacidad de un pueblo para superar desafíos aparentemente insuperables mediante el ingenio, la determinación y el sacrificio colectivo.
Tras el fin de la guerra, algunos túneles de Cu Chi fueron preservados y convertidos en sitios históricos. Hoy en día, sirven como recordatorio de la lucha por la independencia de Vietnam y del ingenio que caracterizó a quienes defendieron su tierra frente a un enemigo más poderoso.
Fuentes consultadas:
- Los Túneles De Cu Chi: El Intrigante Laberinto Utilizado Durante La Guerra De Vietnam
- Así son por dentro los túneles secretos que fueron clave durante la guerra de Vietnam
- Madeleine Riffaud, héroïne de la Résistance, est morte
Fuentes:
https://canarias-semanal.org/art/36991/como-los-vietnamitas-usaron-los-tuneles-para-vencer-a-la-superpotencia-imperial-americana