Aday Quesada
1974 fue un año especial. Muy especial. El 25 de abril de ese año los portugueses se armaron de claveles y fusiles para derrocar al Régimen dictatorial salazarista, hermano gemelo de la Dictadura imperante entonces en España, mientras que, al mismo tiempo, y al otro lado de la frontera, a Franco y a su «Movimiento Nacional» le temblaban los cascabeles ante la posibilidad de que se produjera aquí una insurrección popular similar a la de los portugueses.
El temor llegó a alcanzar tal intensidad que el entonces Instituto de la Opinión Pública (IOP), respondiendo a las órdenes de la jerarquía franquista, realizó una encuesta para conocer el sentir de los españoles sobre los conmocionantes eventos que se estaban desarrollando en el país vecino.
De entonces a acá ha transcurrido la friolera de medio siglo. Ahora, el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), el sucesor del IOP, ha dado a conocer un sondeo que entonces fue clasificado como de «Uso Reservado», realizado por las jerarquías políticas de la época, entre las que se encontraban, Adolfo Suárez y Martín Villa. El sondeo se mantuvo con el mismo hermetismo con el que se tratan los secretos de Estado. Nunca antes se había hecho público.
En aquellas fechas la Dictadura trataba de detectar, con todo el sigilo y la prudencia del mundo, qué era lo que opinaban los españoles acerca de los cambios políticos que se empezaron a producir en Portugal a partir de aquel 25 de abril de 1974. Los políticos del Régimen eran plenamente conscientes de que los resultados de aquella encuesta debían servir para marcar la orientación a seguir en relación con el vertiginoso e inmediato futuro que se avecinaba.
«PONER LAS PROPIAS BARBAS EN REMOJO»
De manera que, siguiendo el sabio refrán español de que «cuando veas las barbas del vecino corar, pon las tuyas a remojar», los más jóvenes cachorros de la dictadura pusieron manos a la obra, y comenzaron a urdir una «operación política» que les evitara ser arrollados por los acontecimientos, tal y como había ocurrido en Portugal con los políticos afines a la dictadura salazarista.
Sin embargo, quienes se encontraban en el meollo de los movimientos sociales que se producían entonces en la España de Franco, de haber llegado a conocer los resultados de aquella encuesta, no se habrían sorprendido en absoluto. Todo lo contrario. En la España de aquellos días se había logrado constituir una fuerte urdimbre social antifranquista y radical, que atravesaba la columna vertebral de la vida política y social del país: los centros de trabajo, los barrios, las Universidades, los Colegios profesionales, la base de la Iglesia eran un hervidero de agitación social. Pero lo que la jerarquía de la Dictadura consideraba mas peligroso era que aquella contestación social generalizada comenzaba a tocar también a los sectores más jóvenes de la oficialidad del propio Ejército español.
Para quienes permanecían al corriente de qué era lo que estaba ocurriendo en el subsuelo del país, los datos demoscópicos de la «encuesta secreta» realizada por la dictadura encajaban perfectamente con la realidad cotidiana de la que ellos eran plenos conocedores.
LOS RESULTADOS DE LA «ENCUESTA SECRETA»
Los resultados de aquella encuesta ultrasecreta del Régimen fueron los siguientes: 1.102 personas de Madrid y Barcelona, mayores de 15 años fueron consultadas sobre temas como la aceptación o rechazo de la «Revolución de los Claveles» o la dimisión del General Spínola como presidente de la República portuguesa.
¿Y qué fue lo que se pudo descubrir con aquel estudio demoscópico, realizado en condiciones tan adversas, con arraigados temores a la represión, con ausencia total de libertades y escasísimas fuentes informativas?
La burocracia del Régimen pudo saber, a través de la consulta, que el futuro se les prometía muy negro si no daban un «golpe de timón» al desarrollo de los acontecimientos. Pudieron averiguar, por ejemplo, que casi la mitad de la población adulta tenía conocimiento sobre lo que estaba sucediendo en Portugal. Un hecho que, teniendo en cuenta el carácter profundamente fascistoide de los medios de comunicación de entonces, resultaba extraordinariamente llamativo.
Pudo constatar, también, que eran los varones españoles, menores de 44 años y con estudios de bachiller o superiores, los que más informados estaban acerca de los acontecimientos políticos portugueses. Pese a que muchos de los encuestados no tenían todavía una actitud bien definida en relación con de la Revolución que se estaba produciendo en Portugal, un 20% de ellos se atrevió a manifestar abiertamente sus simpatías por el derrocamiento de la dictadura salazarista, frente a tan sólo un 14% que mostró su rechazo.
En cuanto a lo que los españoles consultados pensaban sobre lo que podría suceder en Portugal, la mayoría de ellos no se pronunciaron al respecto. Pero entre los que sí lo hicieron, el 24% de los encuestados lo veía como un «hecho altamente positivo», frente a un 21% que no apreciaba que aquello pudiera ofrecer mayores beneficios.
CENTRO DE INVESTIGACIONES SOCIOLÓGICAS: RETRASAR EL CONOCIMIENTO DE LA REALIDAD
Solo 50 años después, el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) se ha atrevido a dar a conocer cuál era la opinión de los españoles en 1974 sobre la rebelión popular y antidictatorial que tuvo lugar en Portugal. Los jefes del CIS de hoy han justificado la revelación tardía de estos «secretos franquistas» de manera curiosa. El motivo, según ellos, no ha sido dar a conocer a los españoles, algo que durante décadas se les estuvo deliberadamente ocultando. Han dicho ahora que sólo se trata de un homenaje a la vecina democracia portuguesa. Son torpes, incluso, a la hora de crear las coartadas.
LOS «OTROS» SECRETOS
Durante años también se nos estuvo ocultando que, en el curso de la llamada «Transición», no se celebró un referéndum para que los españoles pudiéramos optar entre Monarquía o República porque, según declaró el propio Adolfo Suárez, en una insólita indiscreción filmada, (cuyo vídeo adjuntamos en esta misma página), su Gobierno había realizado una «encuesta también secreta» en la que se ponía de manifiesto que, de realizarse la citada consulta, la opción monárquica habría resultado derrotada.
Pero la cosa no acaba en estas reiteradas «ocultaciones» históricas, en lo que a las encuestas sobre la Monarquía se refiere. Desde que los medios de comunicación foráneos empezaron a proporcionar noticias y datos en relación con los fraudulentos negocios protagonizados por el rey Juan Carlos los resultados de las encuestas del CIS sobre la Monarquía española comenzaron a ser contundentemente desaprobatorias por parte de la opinión pública. Por ello, ni corto ni perezoso, y sin dar ningún tipo de explicaciones, el CIS, que ya dirigía su actual titular y militante del PSOE, José Félix Tezanos, dejó de preguntar a la ciudadanía por su opinión acerca de los Borbones y sobre la popularidad Monarquía . Y punto pelota… Hasta la fecha de hoy.
¿Tendremos que esperar otro medio siglo para que se nos permita conocer la pésima opinión que los españoles continúan teniendo sobre una Monarquía impuesta, no deseada e históricamente desahuciada? Posiblemente.
VÍDEO: LA»CONFESIÓN» DE ADOLFO SUÁREZ:
Fuentes:
https://canarias-semanal.org/art/34287/el-cis-da-a-conocer-medio-siglo-despues-la-encuesta-que-sirvio-al-franquismo-para-preparar-la-transicion-video