¿Por qué preocupan tanto las “fake news” a los medios hegemónicos?

Julio Andrés Capey

Continúan siendo reiteradas en los medios de comunicación occidentales las elucidaciones acerca de lo peligrosas que pueden ser para las “democracias” las llamadas noticias falsas o “fake news”. Una agenda a todas luces dirigida contra los flujos de información que se encuentran fuera de su control hegemónico. Las «informaciones» al respecto de estos medios  y su mimetismo corresponden claramente a una campaña, perfectamente orquestada, con fines de manipulación, propaganda y descrédito.

Así se hizo manifiesto en un vídeo replicado por varios medios de información internacionales en el que se aprecia como los presentadores de decenas de canales de noticias – pertenecientes al Sinclair Broadcasting Group- a lo largo y ancho de EE.UU. repitieron durante el mes pasado exactamente “las mismas consignas y palabras” contra las «falsas noticias».

El texto que repitieron exactamente todos los medios que en el audiovisual aparecen es más que elocuente.

«Se ha hecho muy habitual en las redes sociales compartir noticias sesgadas y falsas». Algunos medios usan sus plataformas para promocionar sus propios prejuicios y agenda para controlar lo que la gente piensa exactamente… Es extremadamente peligroso para nuestra democracia».

Como hemos reflexionado en otras oportunidades, no representa ninguna paradoja que sean justamente los grandes medios de comunicación, especialistas en desarrollar estas prácticas para el sostenimiento del sistema, los que hablan ahora de «fake news» para tratar de desacreditar aquellos flujos de información que son incapaces de controlar.

No por casualidad el  vicepresidente de Sinclair, Scott Livingston, declaró al diario The Baltimore Sun que el objetivo de los mensajes era demostrar que los canales cumplen con su «obligación de reportar los hechos en busca de la verdad».

Muy al contrario, las  campañas mediáticas contra  Venezuela, Cuba, o cualquier otro país o colectivo que cuestione  el orden capitalista son solamente algunos ejemplos de cómo  el “cartel mediático” que conforman las agencias y medios internacionales constituye una auténtica industria de la mentira.  Sus laboratorios se encargan de generar y difundir una «realidad» virtual -desatado demenciales guerras psicológicas- en la que las víctimas son convertidas en victimarios y viceversa

“Existe – como señala el riguroso investigador cubano Elíades Acosta Matos refiriéndose a la preeminencia del imperialismo norteamericano – un abultado manual de cómo montar campañas contra los enemigos reales o supuestos de los Estados Unidos que se remonta al siglo XIX.

“En él se inscriben, por ejemplo -apunta Acosta Matos –  las campañas para demonizar a España o Alemania y “venderle” a los norteamericanos la entrada de la nación en la guerra de Cuba, en 1898, o en la Primera Guerra Mundial. A esta enciclopedia de la manipulación pertenecen, por derecho propio, tanto William Randolph Hearst, padre de la prensa amarilla, como Jean Louis Bernays, padre de la Ingeniería del Consenso y la Aceptación. Ambos aplicaron métodos casi idénticos: saturación del mercado de la información, demonización del enemigo y usar la agitación emocional para llegar a influir sobre la elección racional de las personas”.

Fuentes:

http://canarias-semanal.org/not/22512/-por-que-preocupan-tanto-las-ldquo-fake-news-rdquo-a-los-medios-hegemonicos-/

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