«El líder de los comunistas rusos, acusó a Gorbachov «de haberse comportado como un traidor con la patria de los trabajadores y del socialismo»
Con motivo del 30 aniversario de la desaparición del socialismo y de la Unión Soviética, que tuvo lugar en agosto del año 1991, el presidente del Comité Central del Partido Comunista de Rusia y jefe del grupo de diputados del Partido Comunista en el Parlamento ruso, Guennady A. Zyuganov, acusó al ex presidente soviético Mijaíl Gorbachov «de haberse comportado como un traidor con la patria de los trabajadores y del socialismo».
«En estos días, – dijo el líder de los comunistas rusos– se cumplieron treinta años desde que Mijaíl Gorbachov, que había sido presidente de la URSS un año y medio antes, traicionara a nuestro país, a los ideales del socialismo, a amigos y aliados, uniéndose a una “quinta columna” que se había dedicado a fondo a destruir de manera laboriosa al primer Estado de los trabajadores y campesinos del mundo, una sociedad socialista»
En opinión de Ziuganov,
«esta traición resultó ser una gran tragedia y un enorme desastre para todos nosotros. Hoy, treinta años después, nos vemos obligados a hacer balance, estando en condiciones de podernos apercibir de que todos los principales problemas, las desgracias y las tragedias experimentados por cada familia rusa, por nuestro país y por el planeta entero, tienen su origen en muchos aspectos en aquellos tiempos fatídicos en los que Gorbachov estuvo al frente de la URSS».
Zyuganov precisó, asimismo, que
«El plan para la destrucción de nuestro país no fue desarrollado por traidores como Gorbachov, Yeltsin, Yakovlev, Shevardnadze, sino que realmente el peso de ese trabajo recayó sobre los Servicios Especiales estadounidenses. Se llamó «Proyecto Harvard». Pero el primer capítulo de ese proyecto fue denominado «Perestroika». El segundo, «Reformas». Y el tercero, «Liquidación», desveló Zyuganov.
Según el dirigente comunista ruso,
«ahora hemos llegado a la tercera etapa de ese plan ampliamente orquestado por Occidente. El de «la eliminación», que viene dada a través de las sanciones, de la soga de la OTAN que aprieta cada vez más la garganta de nuestro país, y el de una situación financiera y económica que se está deteriorando cada día con más fuerza a Rusia».
«Me gustaría llamar la atención de los presentes –dijo Ziuganov en un momento del desarrollo de su rueda de prensa -, sobre el hecho de que el Partido Comunista de la República Socialista Federativa Soviética de Rusia fue creado justamente un año antes de aquellos trágicos acontecimientos. Si hubiéramos logrado crearlo incluso tan sólo un año antes, habríamos salvado al país del presente cataclismo», puntualizó Zyuganov.
Más adelante, el líder comunista, detalló que en abril de 1991,
«como miembro del Politburó del Partido Comunista de la RSFSR, junto con los primeros secretarios, bajo la dirección de Polozkov, invité a Gorbachov a una reunión con destacados expertos y líderes. Allí describimos nuestro programa sobre cómo detener el colapso que se avecinaba. Después de todo, el Partido Comunista de la Unión Soviética habría sido destruido no solo como Partido, sino también como sistema de administración estatal y política. Gorbachov escuchó con aparente atención, estuvo de acuerdo con nuestras propuestas, pero al final no abrió la boca para expresar algún tipo de posicionamiento»
El hoy presidente del Comité Central del Partido Comunista de Rusia, repasó algunas de las acciones tomadas por él y por sus compañeros del Partido, para intentar detener la desintegración de la URSS y recomponer la vida socio-económica y política del país.
«Después de aquello, publiqué varios materiales en el periódico Sovetskaya Rossiya. El primero se tituló «No es demasiado tarde». Fue un llamamiento directo a dirigentes empresariales y a los trabajadores de la producción, en el que se contenía un análisis completo de la situación en el ámbito financiero y económico. No obstante, el país continuó deslizándose irremisiblemente hacia el abismo. Los lazos solidarios ya habían logrado ser destruidos, mientras que el concierto entre ladrones pudo paralizar a colectivos enteros. La «quinta columna» impidió que grandes remesas de productos no solo industriales sino también alimentarios, pudieran llegar a los mercados de Moscú«
«Me vi obligado -prosiguió Zyuganov– a preparar un llamamiento abierto para todo el grupo «Arquitecto en las Ruinas». Toda la prensa liberal rusa me acusaba de oponerme a la Perestroika y de ser «un conservador» que trataba de impedir cualquier tipo de reformas».
Zyuganov manifestó también en la rueda de prensa, que luego de que se produjeran esas acciones, se publicó la ‘Palabra al pueblo‘ que él estaba preparando. El documento fue firmado, entre otras personas, por los comandantes: Varennikov, por el Ejército de Tierra, y Gromov, por las tropas internas. Luego hicimos un llamamiento al pueblo soviético llamándole a conservar la integridad del país, la defensa de los resultados expresados de manera aplastante por el pueblo soviético en el referéndum sobre la preservación de la URSS y el sistema socialista«.
Sin embargo, se lamentó Zyuganov
«muchos de los que se vieron obligados a escucharnos, descansaron después, aprobaron exámenes o se fueron a tomar el sol a las playas. Y como resultado de todo eso, a finales de año, el país pudo ser traídoramente liquidado por una «trinidad» integrada por Rusia, Ucrania y Bielorrusia que de manera concertada consagraron la desintegración de la URSS. Boris Yeltsin fue quien encabezó aquellas rúbricas
«Han transcurrido treinta años. Y los resultados de aquel desastre están hoy a la vista de todos. Aquello hoy resulta más impactante si se tiene en cuenta que en setenta años de poder soviético habíamos pasado de ser un imperio en desintegración, al Estado más poderoso, más educado, científica y técnicamente preparado del planeta. En aquellos momentos, uno de cada tres pasajeros del mundo volaba en nuestros aviones. Uno de cada dos o tres científicos trabajaba en institutos soviéticos. Toda la ciudadanía soviética se sentía socialmente protegida. Y a todos se les había garantizado la educación, la atención médica y el trabajo».
«Pero hoy ya nada de eso existe», se lamentó finalmente el político ruso.
Fuentes: