Máximo Relti
Durante el presente y pasado siglo, quien con más «eficacia» y «sentido didáctico» se encargado de «escribir la historia» ha sido la industria cinematográfica estadounidense.
La pasada semana, la embajada de los Estados Unidos en Dinamarca, en el curso de la celebración del «Día de los Caídos en el Holocausto» dio conocer en un comunicado público, que habían sido las tropas estadounidenses las que habían procedido a la liberación del campo de concentración nazi de Auschwitz-Birkenau. El revuelo de protesta fue tal, que se vieron rápidamente obligados a rectificar. Sin embargo, el «equívoco» no fue producto de la casualidad. Era una consecuencia no sólo del macartismo anticomunista de las últimas décadas, sino también de la poderosa industria cinematográfica hollywoodense.
La versión de los acontecimientos históricos proporcionada por la poderosa industria cinematográfica de Hollywood, ha alcanzado un nivel tal que hasta los propios autores de las falsificaciones terminan otorgándole a éstas la categoría de «verdad oficial» .
La pasada semana sucedió que con motivo de el «Día de los Caídos en el Holocausto», la Embajada de los Estados Unidos en Dinamarca, en una distorsión monstruosa de la Historia afirmó hace unos días en una nota pública que el campo de concentración de Auschwitz había sido liberado por las tropas estadounidenses a finales de la Segunda Guerra Mundial.
Ni que decir tiene que esa falsificación fue recibida con airadas protestas de rechazo por parte de historiadores y documentalistas, que interpretaron que esa distorsión no era otra cosa que la expresión de un deliberado intento de hacer desaparecer a la desaparecida Unión Soviética del escenario de la Segunda Guerra Mundial, así como de borrar de los anales de la Historia el enorme sacrificio que ese país hizo para lograr la derrota del fascismo en Europa.
El revuelo que suscitó la falsificación fue tal, que la Embajada de los Estados Unidos en Dinamarca, tuvo que presentar sus disculpas con una declaración en la que reconocía que las tropas estadounidenses no habían sido las habían liberado el campo de concentración de Auschwitz-Birkenau. La nota rectificatoria que la embajada se vio obligada a emitir, expresaba con la boca chica lo que sigue :
«Por supuesto, Auschwitz-Birkenau fue liberado por las tropas soviéticas. Reconocemos las importantes contribuciones de todas las Fuerzas Aliadas durante la Segunda Guerra Mundial y recordamos a los 6 millones de judíos que perecieron durante el Holocausto».
Los usuarios respondieron a la falsificación estadounidense con un gran número de fotos de las tropas del Ejército Rojo en el momento que liberaban el campo de concentración. Fotos, por cierto, que según el periodista lituano Vladimir Vodo, Wikipedia ha estado eliminando de manera sistemática, durante los días que precedieron a la celebración del evento. El propósito de esa acción, escribía Vodo, no podía ser otro que el de borrar de la memoria de las actuales generaciones cuál había sido la naturaleza real de aquel acontecimiento.
A esta denuncia del periodista lituano, los administradores de Wikipedia argumentaron como respuesta, que habían procedido al borrado porque pensaron que esas imágenes podían no ser de dominio público. Sin embargo, el periodista lituano, replicó que proceder a borrar de las páginas de de la enciclopedia digital las fotos correspondientes a la liberación rusa del campo de concentración de Auschwitz, precisamente cuando se celebraba el Día del Memorial del Holocausto, constituía una coincidencia difícilmente verosímil.
Según el reportero del digital Jacobin, el estadounidense Alan Macleod, el actual gobierno ruso estima que las pérdidas soviéticas sumaron la friolera de 26,6 millones de muertos. En términos comparativos, esa cifra significa, nada más y nada menos, que alrededor de sesenta y tres veces más que el sacrificio total sufrido por los estadounidense, tanto en Europa como en el Pacífico.
En relación con estas proporciones, hay datos que resultan muy elocuentes. Hay estados relativamente tan pequeños como son Letonia y Lituania, perdieron un número similar de personas durante la citada guerra, al de las pérdidas humanas totales sufridas por los Estados Unidos. Sin embargo, estos datos están muy lejos de ser conocidos por la población, tanto en los Estados Unidos como en otros países cuyas tropas también participaron en la Segunda Guerra Mundial.
Una encuesta realizada al respecto en los EEUU, en el año 2015, dio como resultado que sólo el 11% de los estadounidenses sabían que la Unión Soviética había sido el país que más había contribuído a la derrota de la Alemania nazi. La mayoría de los encuestados respondieron que los Estados Unidos había sido el país sobre el que había recaído el peso de la guerra
Sin embargo, el resultado de esa distorsión histórica, cuyo mérito hay que atribuírselo de lleno a las películas de Hollywood, no sólo son víctimas de ella los estadounidenses. Los británicos de hoy, según las encuestas, están firmemente convencidos de que fueron ellos los que derrotaron a Alemania, aunque sólo llegaran a pisar el suelo continental europeo apenas 12 meses antes de que se produjera la derrota de Alemania.
El periodista estadounidense Dylan Matthews escribe que la extendida creencia de que la Unión Soviética no tuvo nada que ver con la derrota nazi de la Segunda Guerra Mundial, es el resultado de una «exitosa campaña de 70 años para convencer a los estadounidenses de que fueron ellos los que derrotaron a Hitler»
Matthews indica, por ejemplo, que en el año 1945, el 57% de los ciudadanos franceses reconocían que la URSS había sido el país que más había contribuído a derrotar a la Alemania nazi. Y eso sucedía en un país que había tenido apenas contacto con la Unión Soviética, pues fueron las tropas británicas y estadounidenses las que combatieron a los nazis en el norte de Francia. No obstante, muchas décadas después, en el año 2004, tan sólo el 20% de los franceses era consciente del papel crucial que el Ejército Rojo había jugado en la derrota de Hitler. Y el 58% de los franceses encuestados estaban firmemente convencidos de que los Estados Unidos habían sido los auténticos artífices de la victoria.
En este radical cambio de percepción histórica han intervenido dos factores esenciales. Por una parte, las décadas de macartismo anticomunista profusamente difundido a través de los medios de comunicación, tanto dentro como fuera de los Estados Unidos. Y en segundo lugar, el papel desempeñado por la industria cinematográfica de Hollywood, que el establishment económico estadounidense convirtió en un eficaz y pedagógico instrumento de falsificación histórica, al servicio de los intereses de su política exterior.
Fuentes:
http://canarias-semanal.org/art/26763/cuando-es-a-hollywood-a-quien-le-encargan-escribir-la-historia