Un ensayo presentado por N. Steinmayr para la Sociedad Stalin
Traducido por la Red Palante!
Londres, septiembre de 2000
NOTAS
1. V.I. Lenin, La Tercera Internacional y su lugar en la historia (15-4-19), en Obras Completas, vol. 29, Moscú, 1965, p. 307. Énfasis en el original.
2. Miembros de la delegación rusa al ECCI elegido por el Quinto Congreso de la Comintern en 1924: Zinoviev (también presidente de la Comintern), Bujarin, Stalin, Kámenev, Rykov; candidatos: Sokolnikov, Trotsky, Lozovsky, Piatnitsky. En diciembre de 1926 Zinoviev dejó de ser el presidente de la Comintern, y este oficio fue reemplazado por un secretariado político.
3. Mijaíl Gorbachov: Entrevista con la radio turca; citado en North Star Compass, órgano del Comité Organizador de Amistad y Solidaridad con el Pueblo Soviético. Reproducido en Lalkar, marzo/abril, 2000; p. 19.
4. «No puede haber duda de que la teoría universal de una victoria simultánea de la revolución en los principales países de Europa, la teoría de que la victoria del socialismo en un país es imposible, ha demostrado ser una teoría artificial e insostenible… la victoria de la revolución en un solo pais, en el caso actual Rusia, no es sólo el producto del desarrollo desigual y la decadencia progresiva del imperialismo; al mismo tiempo es el comienzo y la condición previa para la revolución mundial… el desenlace de la revolución mundial será más rápido y completo, mientras más efectiva sea la asistencia del primer país socialista a los obreros y masas trabajadoras de todos los demás países… no sólo la Revolución de Octubre necesita apoyo de la revolución de otros países: la revolución en esos países necesita el apoyo de la Revolución de Octubre para acelerar y avanzar la causa del derrocamiento del imperialismo mundial». [José V. Stalin, La Revolución de Octubre y las tácticas de los comunistas rusos (17-12-24), en Obras, vol. 6, Moscú, 1947, pp. 414-5, 418, 420]
5. Extractos de las Tesis del Séptimo Pleno de la ECCI sobre la Situación Internacional y las Tareas de la Internacional Comunista (13-12-26), en Jane Degras, Ed., The Communist International: 1919-1943: Documents, vol. 2, London, 1971, p. 323.
6. «La ECCI opina que el lema del tercer congreso mundial de la Internacional Comunista «A las masas», y los intereses del movimiento comunista en general, requieren que los partidos comunistas y la Internacional Comunista como un todo apoyen el lema del frente unido de los trabajadores y lleven la iniciativa en esta materia. La táctica de cada partido comunista debe por supuesto elaborarse concretamente en relación con las condiciones de cada país». [Extractos de las Directivas sobre el Frente Unido de los Trabajadores y sobre la Actitud hacia los Trabajadores Pertenecientes a la Segunda, Dos y media y la Internacional de Amsterdam, y hacia Aquellos Que Apoyan Organizaciones Anarco-Sindicalistas, Adoptadas por el ECCI (18-12-21), en Jane Degras, Ed., The Communist International: 1919-1943: Documents, vol. 1, London, 1971, p. 311]
7. «Los socialdemócratas deben ser desenmascarados no sobre la base de cuestiones planetarias, sino sobre la base de la lucha cotidiana de la clase obrera por mejorar sus condiciones materiales y políticas; en éstas, cuestiones como salarios, jornadas, condiciones de vivienda, seguridad social, impuestos, desempleo, costo de vida, etc., deben jugar un papel muy importante, si no decisivo. Golpear a los socialdemócratas día a día sobre la base de esas cuestiones, destapando su traición, esa es la tarea». [José V. Stalin, Las Perspectivas del Partido Comunista de Alemania y la Cuestión de la Bolchevización (3-2-25), en Obras, vol. 7, Moscú, 1947, p. 37].
8. «las principales condiciones que son igualmente categóricas para los partidos comunistas en todos los países, son, para la ECCI… la absoluta independencia de cada partido comunista que entre en acuerdos con los partidos de la Segunda y la Internacional «Dos y media», su completa libertad para plantear sus propios puntos de vista y criticar a los opositores del comunismo. Al aceptar una plataforma común para la acción, los comunistas deben mantener el derecho incondicional y la posibilidad de expresar su opinión sobre la política de todas las organizaciones de la clase obrera sin excepción, no sólo antes y después de la acción, sino incluso durante la misma, si es necesario». [Extractos de las Directivas sobre el Frente Unido de los Trabajadores y sobre la Actitud hacia los Trabajadores Pertenecientes a la Segunda, Dos y media y la Internacional de Amsterdam, y Hacia Aquellos Que Apoyan Organizaciones Anarco-Sindicalistas, Adoptadas por el ECCI (18-12-21), en Jane Degras, Ed., The Communist International: 1919-1943: Documents, vol. 1, London, 1971, p. 313].
«El frente unido no es y no debe ser simplemente una fraternización de los líderes de los partidos. El frente unido no será creado por acuerdos con esos ‘socialistas’ que hasta hace poco eran miembros de gobiernos burgueses. El frente unido significa la asociación de todos los trabajadores, sean comunistas, anarquistas, socialdemócratas, independientes o sin partido, o incluso trabajadores cristianos, contra la burguesía. Con los líderes, si así lo desean, sin los líderes si permanecen a un lado indiferentemente, y en desafío a los líderes y contra los líderes si sabotean el frente unido de los trabajadores…»
En cada fábrica, en cada mina, en cada distrito, en cada pueblo, los trabajadores comunistas deben armarse junto con los obreros socialistas y sin partido por la lucha común contra la burguesía». [Extractos de la Declaración de la ECCI sobre los Resultados de la Conferencia de Berlín (Abril 1922), en Jane Degras, Ed., The Communist International: 1919-1943: Documents, vol.1, London, 1971, p. 341-2]
«Los intentos de la Segunda Internacional de representar el frente unido como la fusión orgánica de todos los ‘partidos obreros’ deben ser rechazados, por supuesto… La cosa más importante en la táctica de frente unido es y sigue siendo la agrupación agitacional y organizativa de las masas trabajadoras. Su verdadera realización puede venir sólo ‘desde abajo’, desde las profundidades de las mismas masas trabajadoras. Los comunistas, sin embargo, no deben rechazar en ciertas circunstancias la negociación con los líderes de los partidos hostiles de los trabajadores, pero las masas deben mantenerse completa y constantemente informadas del curso de esas negociaciones.Tampoco puede circunscribirse de ninguna manera la libertad de agitación de los partidos comunistas durante esas negociaciones con los líderes.
Es obvio que la táctica de frente unido será aplicada en formas diferentes en países diferentes, de acuerdo con las condiciones reales allí prevalecientes…» [Extractos de las Tesis sobre Tácticas Adoptadas por el Cuarto Congreso de la Comintern (5-12-22), en Jane Degras, Ed., The Communist International: 1919-1943: Documents, vol. 1, 1971, p. 424-6]
1. Las tácticas del frente unido desde abajo son necesarias siempre y en todo lugar…
2. Unidad desde abajo y al mismo tiempo negociaciones con los líderes [socialdemócratas, Ed.]. Este método debe ser empleado con frecuencia en países donde la socialdemocracia aún es una fuerza significativa…
Se entiende que en tales casos los partidos comunistas mantienen su completa y absoluta independencia, y mantienen su carácter comunista en cada etapa de las negociaciones y en todas las circunstancias…
3. Frente unido sólo desde arriba. Este método es categóricamente rechazado por la Internacional Comunista.
Las tácticas del frente unido desde abajo son las más importantes, esto es, un frente unido bajo liderazgo comunista, cubriendo a los trabajadores comunistas, socialdemócratas y sin partido en fábricas, consejos de fábrica, sindicatos, y extendiéndolo a un centro industrial completo, o área o industria…» [Extractos de las Tesis sobre Tácticas Adoptadas por el Quinto Congreso de la Comintern (Julio 1924), en Jane Degras, Ed., The Communist International: 1919-1943: Documents, vol. 2, 1971, p. 151-2. Énfasis en el original].
«Por supuesto que no puede plantearse la cuestión de la fusión de los partidos comunistas con los socialdemócratas. Esto sería traición abierta a la causa de la revolución proletaria, sería el abandono del papel dirigente en la historia que el proletariado está llamado a cumplir. Reconocer la necesidad de la existencia de un partido comunista independiente es parte del abecé del marxismo-leninismo». [Extractos de las Tesis sobre las Cuestiones Actuales del Movimiento Comunista Internacional aprobadas por el Sexto Pleno de la ECCI (Marzo 1926), en Jane Degras, Ed., The Communist International: 1919-1943: Documents, vol. 2, London, 1971, p. 252].
9. «La táctica de frente unido…. es una táctica de revolución, no de evolución… no se trata de una coalición democrática, una alianza con la socialdemocracia. Sólo es un método de agitación y movilización revolucionaria. Rechazamos todas las otras interpretaciones como oportunistas.
Debemos mantener firmemente en mente que la táctica de frente unido tiene un significado para la IC sólo si se promueve el objetivo de ganarse al conjunto del proletariado para la lucha revolucionaria por el poder». [Extractos de una Declaración de la ECCI sobre los Eventos de Alemania en Octubre de 1923 (19-1-24), en Jane Degras, Ed., The Communist International: 1919-1943: Documents, vol. 2, London, 1971, p. 72]
10. José V. Stalin, Sobre la Situación Internacional (20-9-24), en Obras, vol. 6, Moscú, 1947, pp. 305.
11. «En su trabajo el Partido debe ser capaz de combinar un espíritu revolucionario inflexible (¡que no se debe confundir con el aventurismo revolucionario!) con el máximo de flexibilidad y habilidad de maniobra (¡que no se debe confundir con el oportunismo!); sin esto, el Partido será incapaz de dominar todas las formas de lucha y organización, será incapaz de vincular los intereses cotidianos del proletariado con los intereses fundamentales de la revolución proletaria». (José V. Stalin, Las Perspectivas del Partido Comunista de Alemania y la Cuestión de la Bolchevización (3-2-25), en Obras, vol. 7, Moscú, 1947, p. 39]
«No se debe olvidar que las derechas y ‘ultraizquierdas’ son realmente gemelos, que ambos toman en consecuencia una posición oportunista, la diferencia entre ellos es que mientras las derechas no siempre esconden su oportunismo, las izquierdas invariablemente camuflan su oportunismo con frases ‘revolucionarias'». [José V. Stalin, La Lucha contra las Desviaciones de Derecha y «Ultraizquierda» (22-1-26), en Obras, vol. 8, Moscú, 1948, p. 9]
12. José V. Stalin, Sobre la Situación Internacional (20-9-24), en Obras, vol. 6, Moscú, 1947, p. 306.
13. La formulación revisionista original de un «gobierno de los trabajadores» era la siguiente:
«Las tareas fundamentales del gobierno de los trabajadores deben ser armar al proletariado, desarmar a las organizaciones contrarrevolucionarias y a los burgueses, introducir el control de la producción, transferir la carga principal de impuestos a los ricos, y romper la resistencia de la burguesía contrarrevolucionaria…
En ciertas circunstancias los comunistas deben declararse listos para formar un gobierno de los trabajadores con partidos obreros no comunistas y organizaciones obreras. Pero pueden hacerlo sólo si existen garantías de que el gobierno de los trabajadores realmente conducirá una lucha contra la burguesía en el sentido arriba mencionado». [Extractos de las Tesis sobre Tácticas Adoptadas por el Cuarto Congreso de la Comintern (5-12-22), en Jane Degras, Ed., The Communist International: 1919-1943: Documents, vol. 1, London, 1971, p. 424-6]
Esta formulación después fue corregida así:
«Elementos oportunistas en la Comintern trataron de distorsionar este lema [de un gobierno de los trabajadores, Ed.] interpretándolo también como un ‘gobierno dentro del marco de la democracia burguesa’ y como una alianza política con la socialdemocracia. El quinto congreso mundial rechazó enfáticamente esta interpretación. Para la Comintern la consigna de un gobierno de trabajadores y campesinos es la consigna de la dictadura del proletariado traducida al lenguaje popular, al lenguaje de la revolución…
Para los comunistas la consigna de un gobierno de obreros y campesinos nunca significa la táctica de acuerdos parlamentarios y coaliciones con la socialdemocracia». [Extractos de las Tesis sobre Tácticas Adoptadas por el Quinto Congreso de la Comintern (julio 1924), en Jane Degras, Ed., The Communist International: 1919-1943: Documents, vol. 2, London, 1971, p. 151-2. Énfasis en el original].
En 1926 Stalin rechazó categóricamente la vía parlamentaria al socialismo:
«¿Acaso se puede llevar a cabo una reconstrucción tan radical del viejo orden burgués, sin una revolución violenta, sin la dictadura del proletariado?
Evidentemente que no». [José Stalin, Cuestiones del leninismo (25-1-26), Nuevo Horizonte Editorial, Medellín, 1973, p.23].
14. Carta de Stalin, n. 21 (25-6-26) en Lih, Naumov, Klevniuk (Ed.), Stalin’s Letters to Molotov, 1925-1936, 1995, p. 115.
15. «La tarea de los partidos comunistas es, al continuar la organización del frente unido de la clase obrera, dirigir todos sus esfuerzos para convertir los ataques de los capitalistas en un contraataque de la clase obrera, en una ofensiva revolucionaria de la clase obrera, en una lucha de la clase obrera por el establecimiento de la dictadura del proletariado y por la abolición del capitalismo». [José V. Stalin, La Huelga Británica y los Eventos en Polonia (8-6-26), en Obras, vol. 8, Moscú, 1948, p. 177].
16. Carta de Stalin, n. 16, en Lih, Naumov, Klevniuk, (Ed.), Stalin’s Letters to Molotov, 1925-1936, 1995, p. 108.
17. «¿Fue correcta la política del Partido Comunista Británico durante la huelga general en Gran Bretaña? Sí, lo fue. ¿Por qué, entonces, no lograron el respaldo de los millones de trabajadores en huelga? Porque esas masas aún no estaban convenciadas de que la política del Partido Comunista fuera correcta. Y no es posible convencer a las masas de la política del partido en corto tiempo. Mucho menos con la ayuda de gestos «revolucionarios». Se requiere tiempo y trabajo enérgico incansable para desenmascarar a los líderes reaccionarios, educar políticamente a las masas atrasadas de la clase obrera, para promover nuevos cuadros de la clase obrera a los puestos de dirección.
Por esto es fácil entender por qué el poder de los líderes reaccionarios de la clase obrera no puede ser destruido de una vez, por qué esto requiere tiempo y un trabajo incansable en la educación de las amplias masas de la clase trabajadora… El desenmascaramiento de los líderes reaccionarios y la educación política de las masas debe ser hecha por ustedes mismos, los comunistas, y por otros líderes políticos de izquierda, a través del trabajo incansable por la ilustración política de las masas. Sólo de esa manera el trabajo de revolucionar a las amplias masas de trabajadores puede ser acelerado». [José V. Stalin, El Comité Anglo-Ruso (7-8-26), en Obras, vol. 8, Moscú, 1948, p. 212-3].
18. «La cuestión de la línea de Lenin sobre la dirección de las revoluciones coloniales. Lenin tomo como punto de partida la diferencia entre países imperialistas y países oprimidos, entre la política comunista en los países imperialistas y la política comunista en los países coloniales. Tomando esta diferencia como punto de partida, dijo, ya durante la guerra, que la idea de defender la patria, que es inaceptable y contrarrevolucionaria para el comunismo en los países imperialistas, es muy aceptable y legítima en los países oprimidos que están haciendo una guerra de liberación contra el imperialismo.
Es por esto que Lenin sostuvo la posibilidad, en cierta etapa y durante cierto periodo, de un bloque e incluso de una alianza con la burguesía nacional en los países coloniales, si esta burguesía estaba en guerra contra el imperialismo, y si no impedía que los comunistas entrenaran a los trabajadores y campesinos pobres en el espíritu del comunismo». [José V. Stalin, El 15º Congreso del PCUS (B): Informe Político del Comité Central (3-12-27), en Obras, vol. 10, Moscú, 1949, p. 353. Énfasis en el original].
19. Como anotó Stalin en 1925, en algunos países de tipo colonial, la burguesía nativa «se está dividiendo en dos partes, una parte revolucionaria (la burguesía nacional – Ed.)… y una parte transigente (la burguesía entreguista -Ed.), de las cuales la primera está continuando la lucha revolucionaria, mientras que la segunda se está alineando en un bloque con el imperialismo». [José V. Stalin, Las Tareas Políticas de la Universidad de los Pueblos del Oriente: Discurso Pronunciado en un Encuentro de Estudiantes de la Universidad Comunista de los Trabajadores del Oriente (18-5-25), en Obras, vol. 7, Moscú, 1948, p. 147].
El Sexto Congreso de la Internacional Comunista, en septiembre de 1928, acordó que la burguesía nativa en países de tipo colonial mantenía una actitud diferenciada hacia el imperialismo:
«Una parte, más específicamente la burguesía comercial, sirve directamente los intereses del capital imperial (llamada burguesía compradora). En general, mantienen, de forma más o menos consistente, un punto de vista antinacional, imperialista, dirigido contra todo el movimiento nacionalista, como lo hacen los aliados feudales del imperialismo y los funcionarios nativos mejor pagados. Las otras partes de la burguesía nativa, específicamente aquellas que representan el interés de la industria nativa, apoyan el movimiento nacional». [Extractos de las Tesis sobre el Movimiento Revolucionario en los Países Coloniales y Semicoloniales Adoptadas por el Sexto Congreso de la Comintern (1-9-28), en J. Degras (Ed.), The Communist International: 1919-1943: Documents, Vol.2, London, 1971, p. 538]
Durante la primera fase nacional-democrática, el partido marxista-leninista se orienta a alinearse con la burguesía nacional, para que esta clase permanezca genuinamente revolucionaria. Posteriormente,
«El proletariado hace a un lado a la burguesía nacional, consolida su hegemonía y asume la dirección de las amplias masas del pueblo trabajador en las ciudades y campos, para doblegar la resistencia de la burguesía nacional, asegurar la victoria completa de la revolución democrática-burguesa, y entonces convertirla gradualmente en una revolución socialista». [José V. Stalin, Cuestiones de la Revolución China (abril 1927), en Obras, vol. 9, Moscú, 1948, p. 225]
«La revolución democrática-burguesa, llevada consistentemente, será transformada en la revolución proletaria en esas colonias y semicolonias donde el proletariado actúe como líder y ejerza su hegemonía sobre el movimiento… En esos países (de tipo colonial -Ed.) la principal tarea es organizar a los trabajadores y campesinos independientemente en el Partido Comunista del proletariado… y emanciparlos de la influencia de la burguesía nacional». [Programa de la Internacional Comunista Adoptado en su Sexto Congreso (1-9-28), en J. Degras (Ed.), The Communist International: 1919-1943: Documents, Vol. 2, London, 1971, pp. 507, 522]
20. Carta de Stalin, n. 36 (9-7-27), en Lih, Naumov, Klevniuk, (Ed.), Stalin’s Letters to Molotov, 1925-1936, 1995, p. 141.
21. «La Comintern sostiene que la actual estabilización capitalista es una estabilización temporal, insegura, endeble y decadente que se hará más y más endeble a medida que se desarrolle la crisis capitalista… En lo profundo de los países capitalistas está madurando las precondiciones para un nuevo levantamiento del movimiento de la clase trabajadora». [José V. Stalin, El Peligro de la Derecha en el Partido Comunista Alemán (19-12-28), en Obras, vol. 11, Moscú, 1949, p. 308, 312]
22. Miembros del Secretariado Político elegidos en el Sexto Congreso de la Comintern en 1928: Barbe, Bell, Bujarin, Kuusinen, Molotov, Piatnitsky, Remmele, Serra, Tsiu Vito, Smeral, Humbert-Droz; candidatos: Manuilsky, Lozovsky, Jitarov.
23. «El fascismo es la organización de combate de la burguesía que se apoya en el respaldo activo de la socialdemocracia. La socialdemocracia es objetivamente el ala moderada del fascismo. No hay bases para asumir que la organización de combate de la burguesía pueda lograr éxitos decisivos en las batallas, o en el gobierno del país, sin el apoyo activo de la socialdemocracia… Esas organizaciones no se niegan entre sí, sino que se complementan mutuamente. No son antípodas, son gemelos. El fascismo… existe para combatir la revolución proletaria». [José V. Stalin, Sobre la Situación Internacional (20-9-24), en Obras, vol. 6, Moscú, 1947, pp. 294-5]
«En los países capitalistas, donde el proletariado aún no está en el poder, la socialdemocracia es o un partido de oposición en relación al dominio capitalista, o en partido semigobernante en alianza con la burguesía liberal contra las fuerzas más reaccionarias del capitalismo y también contra el movimiento revolucionario de la clase obrera, o incluso un partido declaradamente gobernante que defiende directa y abiertamente el capitalismo y la «democracia» burguesa contra el movimiento revolucionario proletario.
Se vuelve declaradamente contrarrevolucionario, y sus actividades contrarrevolucionarias están dirigidas contra el régimen proletario, sólo cuando éste último se ha convertido en una realidad». [José V. Stalin, Entrevista con las Delegaciones Obreras Internacionales (5-11-27), en Obras, vol. 10, Moscú, 1949, p. 215]
24. «El [sexto, Ed.] congreso… aprueba completamente la táctica diseñada por el noveno pleno del ECCI…
Esa táctica, a la vez que cambia la forma del frente unido, no cambia su contenido esencial. Fortalecer la lucha contra la socialdemocracia desvía decisivamente el énfasis para el frente unido desde abajo». [Extractos de las Tesis del Sexto Congreso de la Comintern sobre la Situación Internacional y las Tareas de la Internacional Comunista (29-8-28), en Jane Degras, Ed., The Communist International: 1919-1943: Documents, vol. 2, London, 1971, p. 461]
«En esta situación de crecientes contradicciones imperialistas y agudización de la lucha de clases, el fascismo se vuelve cada vez más el método predominante del gobierno burgués. En países donde hay fuertes partidos socialdemócratas, el fascismo asume la forma particular de socialfascismo…
La socialdemocracia internacional… es el principal apoyo del capitalismo…
el pleno del ECCI da instrucciones a todas las secciones de la IC para que pongan especial atención a una lucha enérgica contra el ala ‘izquierda’ de la socialdemocracia que retarda el proceso de desintegración de la socialdemocracia, creando la ilusión de que ésta -el ala ‘izquierda’- representa una oposición a la política de los cuerpos socialdemócratas dirigentes, cuando de hecho, apoya de todo corazón la política del socialfascismo». [Extractos de las Tesis del Décimo Pleno del ECCI sobre la Situación Internacional y las Tareas de la Internacional Comunista (1-7-29), en Jane Degras, Ed., The Communist International: 1919-1943: Documents, vol. 3, London, 1971, pp. 44-47]
«No importa con qué fracción de la burguesía -con la ‘izquierda’, los moderados, o la derecha- los socialistas se unen en un bloque contra el proletariado. Lo que importa es que esas son sólo diferentes etapas del desarrollo de la socialdemocracia hacia el fascismo…
Tomen nota, proletarios, de que la socialdemocracia internacional prefiere un frente unido con el fascismo para defender y salvar el capitalismo que un frente unido con la clase trabajadora para derrocar el fascismo por la revolución proletaria». [Extracto de un Manifiesto del Primero de Mayo del ECCI (abril 1933), en Jane Degras, Ed., The Communist International: 1919-1943: Documents, vol. 3, London, 1971, p. 267]
25. Con el objetivo de difundir la influencia comunista entre los sindicatos, la Internacional Sindical Roja (ISR), o Profintern, había sido establecida en 1921 en el Tercer Congreso de la Comintern. La ISR realizó cinco congresos entre 1921 y 1930, pero fue cayendo en decadencia en los años 30 antes de anunciar su disolución en 1937.
26. «…las tareas de los partidos comunistas: …3. Promover la lucha por la unidad sindical y llevarla a una conclusión exitosa, teniendo en mente que éste es el medio más seguro de ganarse a las amplias masas trabajadoras; pues es imposible ganarse a las amplias masas proletarias a menos que se gane a los sindicatos; y es imposible ganarse a los sindicatos a menos que el trabajo sea llevado en su interior y a menos que se gane la confianza de las masas de trabajadores en los sindicatos, cada mes y cada año. Si no se logra esto, no tiene sentido siquiera pensar en lograr la dictadura del proletariado». [José V. Stalin, La Situación Internacional y las Tareas de los Partidos Comunistas (22-3-25), en Obras, vol. 7, Moscú, 1947, p. 57]
«…la principal tarea de los partidos comunistas en Occidente en la actualidad es desarrollar y llevar a una conclusión exitosa la campaña por la unidad sindical, velar por que todos los comunistas sin excepción se unan a los sindicatos, trabajar en ellos sistemática y pacientemente para unir a la clase obrera contra el capital, y de esta manera conseguir que los partidos comunistas tengan el respaldo de los sindicatos». [José V. Stalin, Los Resultados del Trabajo en la 14ª Conferencia del PCR (B) (9-5-25), en Obras, vol. 7, Moscú, 1947, p. 106-7]
«El Partido no puede desarrollarse más, especialmente en las condiciones existentes en Occidente, el Partido no puede fortalecerse, si no tiene un baluarte muy importante en forma de los sindicatos y sus líderes. Sólo un partido que sabe cómo mantener extensas conexiones con los sindicatos y sus líderes, y que sabe cómo establecer contacto proletario genuino con ellos, sólo ese partido puede ganarse a la mayoría de la clase obrera en Occidente. Ustedes mismos saben que sin ganarse a la mayoría de la clase obrera, es imposible contar con la victoria». [José V. Stalin, Discurso Pronunciado ante la Comisión Francesa del Sexto Pleno Ampliado del ECCI (6-3-26), en Obras, vol. 8, Moscú, 1948, p. 112]
27. «¿Es admisible que los comunistas trabajen en sindicatos reaccionarios?…
¿Es admisible para lograr acuerdos temporales con sindicatos reaccionarios, acuerdos sobre asuntos sindicales, o sobre asuntos políticos?
No sólo es admisible, sino que a veces es realmente esencial hacerlo… Debe tenerse cuidado, sin embargo, en que tales acuerdos no restrinjan, no limiten la libertad de los comunistas de llevar a cabo agitación y propaganda revolucionaria, que tales acuerdos ayuden a desintegrar las filas de los reformistas y revolucionar a las masas de los trabajadores que aún sigan a los líderes reaccionarios. Bajo esas condiciones, los acuerdos temporales con sindicatos reaccionarios de masas no sólo son admisibles sino a veces verdaderamente esenciales». [José V. Stalin, La Situación Internacional y la Defensa de la U.R.S.S. (1-8-27), en Obras, vol. 10, Moscú, 1949, p. 40-1]
En algunas condiciones históricas, sin embargo, Stalin no parece excluir la necesidad de crear sindicatos revolucionarios paralelos:
«Del hecho de que debamos trabajar con los sindicatos reformistas -con la única condición de que sean organizaciones de masas- no se desprende necesariamente que debamos reducir nuestro trabajo de masas al trabajo con los sindicatos reformistas… ¿Se puede afirmar que la lucha de la clase obrera, dirigida por el partido comunista, puede evitar romper hasta cierto punto con el marco reformista existente de los sindicatos? Obviamente, no se puede afirmar tal cosa sin caer en el oportunismo. De hecho, es muy probable una situación en que sea necesario crear asociaciones de masas paralelas de la clase obrera, contra la voluntad de los jefes sindicales que se han vendido a los capitalistas». [José V. Stalin, El Peligro de la Derecha En el Partido Comunista Alemán (19-12-28), en Obras, vol. 11. Moscú, 1949, p. 314-5. Énfasis en el original].
28. «La deserción de las masas obreras de los socialdemócratas, sin embargo, significa un giro de su parte hacia el comunismo. Eso es lo que esta pasando realmente… Es la garantía de que nuestros partidos comunistas hermanos se convertirán en grandes partidos de masas de la clase obrera. Todo lo necesario es que los comunistas sean capaces de valorar la situación y utilizarla adecuadamente… Los partidos comunistas… deben fortalecerse definitivamente en este sentido; porque sólo si lo hacen podrán ganarse a la mayoría de la clase obrera y preparar exitosamente al proletariado para las batallas de clase que vienen. Sólo si hacen eso podemos contar con un mayor incremento en la influencia y el prestigio de la Internacional Comunista». [José V. Stalin, Informe Político del Comité Central en el 16º Congreso del PCUS (B) (27-6-30), en Obras, vol. 12, Moscú, 1949, p. 260-1]
29. «La victoria de la revolución nunca llega por sí misma. Hay que prepararse para ella y vencer. Y sólo un partido revolucionario proletario puede prepararse y ganar la victoria. Hay momentos en que la situación es revolucionaria, cuando el dominio de la burguesía es conmovido en sus mismos cimientos, y aún así no llega la victoria de la revolución, porque no hay un partido revolucionario del proletariado con suficiente fuerza y prestigio para dirigir a las masas y tomar el poder. Sería imprudente no creer que esos ‘casos’ pueden ocurrir». [José V. Stalin, Informe al 17º Congreso del Partido sobre el Trabajo del Comité Central del PCUS (B) (26-1-34), en Obras, vol. 13, Moscú, 1949, p. 304-5].
30. Resolución del Presidium del ECCI sobre la Situación en Alemania (1-4-33), en Jane Degras, Ed., The Communist International: 1919-1943: Documents, vol. 3, 1971, p. 262.
31. Miembros del Secretariado Político elegidos por el Séptimo Congreso de la Comintern: Dimitrov (Secretario General), Togliatti, Manuilsky, Pieck, Kuusinen, Marty, Gottwald; candidatos: Mosvkin, Florin, Wang Ming.
32. ECCI a Stalin (1937), en Jane Degras, Ed., The Communist International: 1919-1943: Documents, vol. 3, London, 1971, p. 460.
33. Extractos de un Mensaje de Saludo del ECCI a Stalin en su 60º Cumpleaños (1939), en Jane Degras, Ed., The Communist International: 1919-1943: Documents, vol. 3, 1971, p. 460-1.
34. «Sobre los derechos de la Comintern y su intervención en los asuntos de los partidos nacionales, estoy en completo desacuerdo con aquellos camaradas que hablan a favor de reducir esos derechos. Ellos quieren que la Comintern se transforme en una organización situada más allá de las estrellas, mirando sin apasionamiento lo que pasa en los partidos individuales y registrando con paciencia los eventos. No, camaradas, la Comintern no puede convertirse en una organización más allá de las estrellas. La Comintern es una organización militante del proletariado, está vinculada con el movimiento de la clase obrera por todas las raíces de su existencia y no puede abstenerse de intervenir en los asuntos de los partidos individuales, apoyando a los elementos revolucionarios y combatiendo a sus oponentes. Por supuesto, los partidos tienen autonomía interna, los congresos de partido deben ser libres, y los comités centrales deben ser elegidos por los congresos. Pero deducir de esto que a la Comintern se le debe negar el derecho de dirección, y por lo tanto de intervención, significa trabajar a favor de los enemigos del comunismo». [José V. Stalin, El Partido Comunista de Checoslovaquia (27-3-25), en Obras, vol. 7, Moscú, 1947, p. 67]
35. Dimitrov retuvo la siguiente definición del fascismo, formulada en el 13º Pleno del ECCI en 1933:
«El fascismo es la dictadura terrorista abierta de los elementos más reaccionarios, más chovinistas y más imperialistas del capital financiero. El fascismo trata de asegurar una base de masas para el capital monopolista entre la pequeña burguesía, apelando al campesinado, los artesanos, los empleados de oficina y el servicio civil que habían sido sacados del rumbo normal de su vida, y particularmente a los elementos desclasados de las grandes ciudades, tratando también de penetrar en la clase obrera…
La posibilidad de prevenir [la dictadura fascista, Ed.] depende de las fuerzas del proletariado combativo, que están paralizadas por la influencia corruptora [desintegradora] de la socialdemocracia más que por cualquier otra cosa». [Extractos de las Tesis del 13º Pleno del ECCI sobre el Fascismo, el Peligro de la Guerra, y las Tareas de los Partidos Comunistas (diciembre 1933), en Jane Degras, Ed., The Communist International: 1919-1943: Documents, vol. 3, London, 1971, pp. 296-7]
36. «Considerando que los intereses de la lucha de clase del proletariado y el éxito de la revolución proletaria imponen la necesidad de que exista en cada país un partido único de masas de la clase obrera, el Congreso pone la tarea a los partidos comunistas de tomar la iniciativa en la búsqueda de esta unidad, apoyándose en el creciente deseo de los trabajadores de unir a los partidos socialdemócratas u organizaciones individuales con los partidos comunistas. Al mismo tiempo debe explicársele a los trabajadores sin falta que tal unidad sólo es posible bajo ciertas condiciones: a condición de independizarse completamente de la burguesía y romper completamente el bloque de la socialdemocracia con la burguesía; a condición de que se realice previamente la unidad de acción; de que se reconozca la necesidad del derrocamiento revolucionario de la dominación de la burguesía y de la instauración de la dictadura del proletariado en forma de soviets; de que se renuncie a apoyar a la propia burguesía en una guerra imperialista». [Extractos de la resolución del Séptimo Congreso del Comintern sobre el Fascismo, la Unidad de la Clase Obrera y las Tareas de la Comintern (20-8-35), en Jane Degras, Ed., The Communist International: 1919-1943: Documents, vol. 3, London, 1971, p. 368-9. Énfasis mío].
(Respecto a la fusión entre el partido comunista y los partidos socialdemócratas, la tesis de Dimitrov fue puesta en práctica en 1948, cuando los partidos comunistas de varias democracias populares, en Rumania, Checoslovaquia, Hungría, Polonia y Bulgaria, se unieron y fusionaron con los respectivos partidos socialdemócratas de sus países).
Respecto a la unidad sindical, se planteó la siguiente línea:
«Los comunistas abogamos decididamente por el restablecimiento de la unidad sindical dentro de cada país y en el plano internacional…
En los países donde existen pequeños sindicatos rojos, les recomendamos que procuren ingresar en los grandes sindicatos reformistas, exigiendo la libertad para sostener sus opiniones propias, el ingreso de los miembros expulsados; y en los países donde existen paralelamente grandes sindicatos rojos y reformistas, se deben hacer esfuerzos para asegurar su fusión sobre bases de igualdad». [Extractos de la resolución del Séptimo Congreso de la Comintern sobre el Fascismo, la Unidad de la Clase Obrera y las Tareas de la Comintern (20-8-35), en Jane Degras, Ed., The Communist International: 1919-1943: Documents, vol. 3, London, 1971, p. 365-6].
37. J. Dimitrov, Sobre el Frente Único Obrero y Popular, Bogotá, 1972, pp. 111, 153.
38. «La táctica del frente unido del pueblo presuponía la acción conjunta de los partidos comunistas y los partidos socialdemócratas y ‘democráticos’ y ‘radicales’ pequeño-burgueses contra la reacción y la guerra…
En el periodo precedente los comunistas se esforzaron por asegurar el establecimiento de un frente unido popular haciendo acuerdos con los partidos socialdemócratas y otros partidos ‘democráticos’ y ‘radicales’ pequeño-burgueses en la persona de sus cuerpos dirigentes sobre la base de una plataforma común de lucha contra el fascismo y la guerra. Pero en la medida en que los principales líderes de esos partidos se habían pasado completamente al campo de los imperialistas, mientras que algunos de ellos, como los radicales franceses, están directamente a cargo de la dirección de la guerra, no se pueden plantear tales acuerdos.
Ahora la reunión de la clase obrera, del campesinado, del pueblo trabajador urbano y de la intelectualidad progresista puede y debe hacerse aparte y en contra de la dirección de esos partidos, sobre la base de la lucha contra la guerra imperialista y la reacción en un frente unido desde abajo.
Tal frente unido de lucha de las masas no puede lograrse sin una lucha muy resuelta contra los lacayos socialdemócratas, ‘democráticos’ y ‘radicales’ del imperialismo, por la eliminación de la influencia de esos agentes de la burguesía en el movimiento de la clase obrera y por su aislamiento de las masas del pueblo trabajador». [Extractos de un artículo de Dimitrov sobre las Tareas de la Clase Obrera en la Guerra (noviembre 1939), en Jane Degras, Ed., The Communist International: 1919-1943: Documents, vol. 3, London, 1971, pp. 455-457]
39. Resolución del Presidium del ECCI Recomendando la Disolución de la Internacional Comunista (15-5-43), en Jane Degras, Ed., The Communist International: 1919-1943: Documents, vol. 3, London, 1971, pp. 476-9.
40. Entrevista de Stalin en Jane Degras, Ed., The Communist International: 1919-1943: Documents, vol. 3, London, 1971, p. 476.
41. Stalin, Discurso ante el 19º Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética (14-10-52) en Franklin B. (Ed.), The Essential Stalin: Major Theoretical Writings 1905-52, London, 1973, p. 509.
Fuentes:
http://odiodeclase.blogspot.com/2013/05/stalin-y-la-internacional-comunista.html