Capitalistas dan la razón a Marx: necesitan el paro… y la pobreza

Estos días leíamos en El Economista la preocupación oficial que hay en EEUU por la inflación y sobre qué hay que hacer para controlarla. Ver La inflación y las subidas de tipos se comen el ahorro acumulado por los hogares de EEUU durante la pandemia. 

Lo primero de lo que nos podemos percatar cuando leemos la noticia es de que eso de culpar a Putin de todos los males de la economía y, particularmente, de la inflación es pura propaganda interesada. Lo sabíamos y nos hemos referido varias veces a ello. Pero sabemos, con Lenin, que a menudo es políticamente más útil “una décima parte de verdad dicha por ellos que la verdad entera dicha por nosotros”, por aquello de que siempre pueden acusarnos de ser simples “propagandistas comunistas interesados en exagerar”.

Así, leemos que “los paquetes de ayuda aprobados por el Gobierno de Joe Biden, impulsaron el exceso de ahorro hasta superar los 2 billones de dólares en 2021 (…) esta circunstancia jugó un papel clave en la recuperación económica del país. Sin embargo, también contribuyó a disparar la inflación”. O sea que, efectivamente, como venimos defendiendo desde estas páginas, la inflación estaba inoculada en términos estrictamente macroeconómicos antes del 24 de febrero de 2022 (comienzo del operativo militar de Rusia en Ucrania). Y que es esa misma inflación la que “junto con las subidas de tipos de interés acometidas para controlarlo, ha terminado comiéndose ese presupuesto hasta dejarlo en unos 1,2 billones de dólares”.

Resulta, además, interesante leer que “las familias negras e hispanas (…) se han visto obligados a destinar gran parte de su escueto sueldo al pago de unos bienes y servicios cada vez más caros”. Pero no parece que esto preocupe excesivamente a las instancias oficiales. Bien al contrario. Y es que en la búsqueda de “la fórmula definitiva para acabar con el quebradero de cabeza que es la inflación”, David Rubenstein, cofundador de la firma de inversión The Carlyle Group, asegura que “el encarecimiento de los precios no bajará de forma apreciable hasta que no consigamos que el desempleo se sitúe en torno al 6%«.

A esta confesión de parte de semejantes personajes del capitalismo en la primera potencia mundial (imaginemos en otros lares menos «potentes» del sistema) de que, ni por pienso, quieren el pleno empleo, se suma Larry Summer, ex Secretario del Tesoro, quien varias veces este año 2022 ha defendido que «necesitamos cinco años de desempleo por encima del 5% para contener la inflación; en otras palabras, necesitamos dos años de desempleo del 7,5% o cinco años de desempleo del 6% o un año de desempleo del 10%»

Por su lado, el Bank of America mantiene que hay que provocar una recesión en el mercado laboral para reducir la inflación, añadiendo que las cosas no van bien porque todavía no está claro que se consiga…  el suficiente desempleo.

¿Pero acaso son ocurrencias de voces que no pueden considerarse oficiales del todo? Nada de ello. El mismísimo presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Jerome Powell, proclamaba en septiembre de este año en una conferencia de prensa que era necesario “que aumente el desempleo para luchar contra la inflación”.

En definitiva, y tal como sentenciara Marx, la tendencia intrínseca del capital es tratar a la fuerza de trabajo como una mera mercancía que, cuanto más compita entre ella, más se abaratará en el mercado. No es, pues, mera propaganda comunista afirmar que las personas son pura mercancía para el capital. No es mera propaganda comunista afirmar que la única herramienta que consideran plausible para frenar la espiral inflacionista es recortar la demanda del consumo reduciendo los sueldos a través de la precarización o directamente enviando a millones a la indigencia.

Nada de ello es mera propaganda comunista. Pero sí que necesitamos esta propaganda. Ya está bien de que vayamos a la defensiva. Urge que se propague la verdad comunista de que hay que deshacerse del capital y sus secuaces para simplemente ser persona, para impedir que nos conviertan en una mercancía “deseablemente” al precio más bajo.

Fuentes:

Capitalistas dan la razón a Marx: necesitan el paro… y la pobreza

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