Una persona y dos organizaciones fervientes anticomunistas fueron premiadas por su trabajo. Como no podía ser de otra manera.
“Los galardonados con el Premio Nobel de la Paz representan a la sociedad civil en sus países de origen. Durante muchos años han promovido el derecho a criticar al poder y a proteger los derechos fundamentales de los ciudadanos”, ha dicho el Comité Noruego del Nobel. “Juntos demuestran la importancia de la sociedad civil para la paz y la democracia”.
- Alés Bialiatski. Bielorruso y fundador de Viasna. Una organización muy activa en los intentos de derribar al gobierno para favorecer así los intereses occidentales. Envueltos, eso sí, en las palabras «libertad», Derechos humanos», «democracia», y alabanzas a la UE y EE.UU.
- La organización rusa Memorial. Fundada en 1987 por personajes que decían defender los derechos humanos en la antigua Unión Soviética “que querían asegurarse de que las víctimas de la opresión del régimen comunista nunca fueran olvidadas”, ha dicho el Presidente del Comité, Reiss-Andersen, que añadió que “Memorial se basa en la idea de que enfrentarse a los crímenes del pasado es esencial para prevenir otros nuevos”. Su presencia en foros occidentales han sido constantes en estos más de treinta años.
- La ONG ucraniana «Centro para las Libertades Civiles» por dedicarse a identificar y documentar “los crímenes de guerra rusos contra la población ucraniana”. “El centro está desempeñando un papel pionero a la hora de responsabilizar a los culpables de sus crímenes”, ha dicho Reiss-Andersen. sin mencionar un solo crimen de guerra de Ucrania durante diez años en el Donbass, ni contra la población civil pro-rusa en la actualidad.
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