Por más que tu pintor retoque, ¡no va a tapar el desgarrón! Uno de los dos perdura y el otro debe dejar su lugar, o tú o yo. Y sea lo que sea que aprenderé, esto sigue siendo el abecé: Jamás nada tendré de común con el asunto del enemigo de clase. No se encontrará la palabra que un día nos una a ambos. La lluvia corre de arriba hacia abajo. Y tú eres mi enemigo de clase.
Bertolt Brecht