La concepción del Estado en Karl Marx

Patricia Muñoz Martínez

U de Gto.*

Filósofo para unos, revolucionario político para otros, lo cierto es que Marx fue algo más que eso, fue ante todo un hombre que se preocupó y se ocupó de los problemas que aquejaban su época. Lejos de construir un sistema con conceptos tan elevados y tan abstractos que al final de cuentas solo un número muy reducido de individuos podía asimilar. Marx centró su atención en las condiciones de la vida social y en el Estado burgués moderno. Las ideas acerca del Estado en Marx, se encuentran manifestadas en sus escritos de juventud principalmente; los cuales apuntan a una crítica al Estado burgués, a las relaciones entre iglesia y Estado, y a la idea de una comunidad de hombres libres entre otras cosas, pero sobre todo elaboró una de las criticas al capitalismo más severas y más fuertes que se hayan hecho en la época moderna.

Abordar el pensamiento marxista, en su totalidad, resultaría imposible en un espacio tan breve como este, sólo nos limitamos por tanto a tratar la concepción que Marx tenía sobre el estado.

Antes de entrar de lleno al tema es necesario tomar en cuenta ciertos antecedentes históricos e ideológicos en los que Marx se basó.

Primeramente debemos considerar el atraso político, económico y social que Alemania padecía en aquel entonces [estamos hablando de la década de los 40’s del siglo pasado] que comparada con países como Francia o Inglaterra, no era un país altamente industrializado; por lo tanto ni tenía una clase capitalista tan poderosa, ni tampoco un proletariado organizado y combativo.

Vemos también que la crítica alemana todavía no salía del terreno de la filosofía y lo peor del caso, que dicha critica filosófica estaba dándose en el aire, se ocupaba de meras ideas abstractas [y esto en gran parte gracias al idealismo alemán] y no de realidades concretas. Aun cuando algunos pensadores alemanes se ocuparon del tema del Estado, lo hacían desde un punto de vista especulativo e idealista, y no tomaban en cuenta al hombre y su realidad cotidiana [es decir, no encajaban sus ideas filosóficas con la realidad alemana].

Si bien es cierto que Marx parte de una crítica de la teoría hegeliana del Estado, sus ideas están mas bien fundadas en el pensamiento francés de un Rousseau, de un Holbach, un Voltaire, de un Herder; de hecho fue mucho más influenciado por ellos que por los alemanes mismos.

En la critica a la filosofía del estado de Hegel, lo primero que Marx le objetaría, fue la manera en que abordó el tema del Estado, la inversión de la realidad [que no es expresada como ella misma es, sino como una realidad mistificada, revestida con el manto de la Idea ética]. Rechaza además, la tesis de que el Estado es algo aparte o superior a los individuos, en donde las relaciones reales que se dan entre la familia y la sociedad civil en Hegel son meros supuestos, y que en lugar de que sean estos los que actúen y formen al estado sea la «idea ética» [que así la denomina Hegel] quien los determine.

Algo que le llama particularmente la atención a Marx, es la oposición que según Hegel, existe entre la sociedad civil y el Estado [es decir entre la vida civil y la vida política]. Dicho en otros términos, para que tú asciendas al nivel publico de la vida política debes renunciar a lo que tú eres como individuo privado, esto es, una separación del ciudadano político de la sociedad civil. Hegel lo justificaría de esta manera: la sociedad civil no actúa, porque no es real, porque existe únicamente en la representación racional y porque en la realidad solamente hay masas accidentales mas o menos grandes.

A esta distinción de sociedad civil y Estado político, es necesario añadir el tema de la soberanía. Según Hegel, la soberanía del monarca no es precisamente la soberanía del pueblo. En el primer caso, la soberanía es lo arbitrario de la decisión de su voluntad.

La soberanía para Hegel, existe como necesidad interior, como idea en donde realmente la generalidad de la constitución y de las leyes es el poder soberano, es la soberanía del Estado. Además, la soberanía del monarca encarna la nacionalidad.

Marx, refuta entonces que si el soberano fuera realmente la soberanía del Estado, tendría que aparecer entonces como «otro Estado», separado del pueblo; en cambio si el soberano representa la unidad del pueblo, pasa a ser sólo un representante [valga la redundancia], entonces la soberanía del pueblo es expresada mediante el monarca.

Marx cree que el concepto de soberanía no puede tener una doble existencia, es cuestión de reflexionar si la soberanía del monarca no es mas que una mera ilusión, si es la misma soberanía para el monarca que para el pueblo. Afirma entonces que no se trata de una sola soberanía sino de dos opuestos de la soberanía.

Hegel determina los distintos aspectos del Estado, como los distintos poderes, Marx analiza los poderes gubernativo y legislativo. Por un lado, el poder gubernativo, no es otra cosa que la «administración que se desenvuelve con el nombre de burocracia» en donde supone la «autonomía» de la sociedad civil en las corporaciones.

Sin embargo, la burocracia es algo así como el Estado imaginario al lado del Estado real; luego, esto [dice Marx], supone que cada cosa tenga dos significados: uno real y otro burocrático de la misma manera que el saber es dual, el real y el burocrático.

El problema se presenta cuando los fines del Estado se convierten en fines del burócrata, en donde lo único que importa es el escalar puestos cada vez mas altos; así, la identidad del interés del Estado, se convierte en un interés privado particular frente a otros fines privados.

Hegel diría entonces que la defensa de la sociedad civil frente a la burocracia sería en la jerarquía de ésta, es decir, en el control y en el conflicto no dirimido entre la burocracia y corporación [vemos entonces que hasta hoy día, existen estos medios de «control» o de «freno» tales como: derechos humanos, juntas de conciliación y arbitraje, etc.]. Pero, añade Marx, la única manera de suprimir la burocracia sólo es posible cuando el interés general venga a ser realmente el interés particular.

Por otra parte, el poder legislativo, en su elemento gubernamental, la individualidad empírica inaccesible del monarca se ha terrenalizado en cierto numero de personalidades limitadas. Además, del poder de organizar lo general es el poder de la constitución que aunque es una parte de ella debió aquél existir antes, puesto que la constitución se halla fuera de alcance del poder legislativo; pero, indirectamente, el alcance del poder legislativo puede modificar la constitución.

Marx destaca entonces la diferencia entre ambos poderes, manifiesta que, frente a las revoluciones, el poder legislativo fue el que hizo la revolución francesa y las grandes revoluciones, en donde combatía a las constituciones «envejecidas», ya que el dicho poder representaba al pueblo. Contrario a esto, el poder gubernativo fue causa de las pequeñas revoluciones [las reacciones] precisamente porque el poder gubernativo representaba la voluntad particular.

Estado y propiedad privada estaban íntimamente ligadas [y hasta ahora] Marx consideraba a la constitución política [en su máxima expresión] como la constitución de la propiedad privada; de esta manera, por ejemplo, las industrias y los comercios son propiedad privada de las corporaciones, los cargos del gobierno son propiedad de clases privadas, el Estado y la nacionalidad son propiedad del monarca. La propiedad privada en su época era bajo la forma de beneficios lujosos [generalmente entre los burócratas y burgueses].

Finalmente [y esta sería la relación más sólida entre Estado y propiedad privada], es que el primero está formado precisamente para cuidar a la segunda y a los intereses de sus poseedores contra los desposeídos.

Contrario a todo esto, Marx se manifiesta como un demócrata radical y afirma que la elección es la relación real entre sociedad civil real y la sociedad civil del poder legislativo, es decir, la representación inmediata, la relación que no sólo representa, sino que es. Sin embargo, afirma que la democracia es la verdad de la monarquía, pero la monarquía no es la verdad de la democracia, ya que la verdadera democracia vendría siendo no sólo la que es para la minoría, sino la que debe de ser también para los «esclavos-asalariados» que no tienen acceso real al democratismo hasta entonces existente.

Para Marx, no es la constitución quien crea al pueblo, sino al contrario, es el pueblo el que crea la constitución. La democracia debe ser por lo tanto, la esencia de toda constitución.

De esto último, podría ser el punto central que llevó a Marx a considerar al Estado: donde «todos no deben individualmente tomar parte en las discusiones y decisiones relacionadas con los asuntos generales del Estado, no todos individualmente, sino los individuos en cuanto todos». Obviamente, esta idea de Estado no corresponde al capitalismo en donde cada quien lucha por sus propios intereses, sin que, en algún momento, alguien se detenga a reflexionar si lo que desea, le beneficia o le perjudica al prójimo.

En su opúsculo Sobre la Cuestión Judía, Marx aborda el tema de la emancipación humana, en relación con la situación religiosa de los judíos alemanes y su condición de ciudadanos. Afirma que la emancipación política y la de la religión pasan a ser el problema de la relación entre la emancipación política y la humana. Deduce entonces que emancipar al hombre religioso, equivale a liberar al Estado de la religión, en donde como tal, se profesa a sí mismo como Estado.

Sin embargo, la liberación religiosa del Estado, no implica necesariamente la emancipación del Hombre, es decir, un Estado puede ser libre sin que sus hombres sean hombres libres, es por esto entonces que el conflicto que cualquier hombre pudiera vivir en tanto que adepto de tal religión frente a la ciudadanía [esto a propósito de los judíos que pretendían emanciparse] es reducido al divorcio secular entre el Estado político y la sociedad civil.

Emancipación real es traducida entonces en emancipación práctica, el hombre se libera políticamente de la religión, esto es, cuando la transfiere del derecho publico al derecho privado. Marx considera que uno de los logros de la revolución francesa fue precisamente el hecho de que permitiera el culto a las religiones que se quisieran seguir [establecido en la constitución francesa], Marx creía que allí donde el Estado político ha alcanzado su verdadero desarrollo, el hombre lleva no sólo en el pensamiento o en la conciencia, sino en la realidad, una doble vida, una celestial y otra terrenal: la vida de la comunidad política en donde se considera un ser colectivo y la sociedad civil, en donde actúa como particular; luego entonces, el Estado político se comporta frente a la sociedad civil de la misma manera que se comportaría el cielo frente a la tierra. Ahora bien, en la relación Estado-Iglesia, aquel puede prescindir de la religión porque su fundamento humano se realiza en él de una manera propiamente secular.

Vemos claramente entonces que Marx criticaba esa separación radical de ambos aspectos humanos. No debe por tanto el Estado imponer «x» religión oficial o viceversa, que tal religión se «apropie» de asuntos que sólo corresponden al Estado.

Finalmente: ¿qué implican todas estas ideas planteadas por Marx? Y ¿qué pretensión llevaban? Respecto a la primer cuestión son varias las opiniones a exponer:

1. Remontándonos al principio hay que recordar que Marx fue un critico de Hegel y con su critica de la filosofía del derecho hegeliano replantea desde un punto epistemológico y metódico el tema del Estado en donde tacha esa manera no sólo metafísica [cabe recordar que Hegel no desarrolla su concepción del Estado de acuerdo con el objeto sino al contrario, desarrolla al objeto partiendo del pensamiento terminado en si] sino a la manera terriblemente «acrítica» en donde Hegel acepta los acontecimientos tal como son por creer en la determinación o mejor dicho, en el desarrollo del espíritu; en contraste con el profundo espíritu revolucionario de Marx. Además de considerar que la filosofía alemana no es mas que el reflejo o el «análisis filosófico» de la burguesía, cosa que todavía no se vivía en Alemania.

2. Detrás de todas esas ideas de democracia, de soberanía, de clases sociales, etc., está su actitud radical en contra del capitalismo; Marx lo ve como un generador de verdaderas calamidades: el Estado capitalista como una maquina para la represión de una clase por otra; como el lugar en donde la lucha por el poder [económico sobre todo] lleva a la explotación de unos hombres por otros; la diferencia de clases trae como consecuencia la división del trabajo, en intelectual y manual [cosa que esclaviza a los hombres a una sola actividad, por consiguiente no pueden desarrollarse plenamente], entonces, los artículos que produce la clase oprimida [en este caso los obreros] son considerados como mera mercancía, además de que el único vinculo que los mantiene unidos en una sociedad es el interés privado, la conservación de su propiedad y de su persona egoísta.

Y 3. Se analiza también la situación de Alemania, que todavía era feudal; Marx de ninguna manera acepta esa idea de nobleza y de realeza que se había venido dando; nadie, según Marx, nace destinado a cierta actividad, para ser soberano o esclavo, se burla ciertamente de la idea de las castas, es decir, creer que porque eres descendiente de tal ilustre persona tú eres igual, se entendería esto como una cuestión de zoología, (porque te estás determinando por tu cuerpo no por tu intelecto).

Por lo que corresponde a la segunda cuestión, la propuesta central de Marx es la extinción del Estado [visto a la manera burguesa] y no es que sea un anarquista propiamente dicho, que niegue al gobierno solo por negarlo: al hablar de una «extinción del Estado», se refiere propiamente a que al llegar a la realización de una verdadera comunidad humana, libre de las diferencias de clases, ya no es necesario seguir sosteniendo toda esa estructura de poder que «legitimaba» los abusos de los poseedores y que además servia para regular las relaciones entre opresores y oprimidos. La abolición no es mas que una consecuencia natural de esta superación del egoísmo humano y su pasión por el poder, que no son otra cosa que las bases mismas del capitalismo.

 *Universidad de Guanajuato.

Fuentes:

http://www.angelfire.com/nv/filofagia1/concep.html

Uso di Cookies

Questo sito utilizza i cookies per voi di avere la migliore esperienza utente. Se si continua a navigare si acconsente all'accettazione dei cookie di cui sopra e l'accettazione della nostrapolitica dei cookie, fai clic sul link per maggiori informazioni. Cookie Policy

ACEPTAR
Aviso de cookies